Divorcios, juicios, escándalos y una enfermedad: Lydia Bosch o cómo la realidad siempre supera a la ficción

Fue a finales del año pasado cuando la vida de la intérprete barcelonesa daba un giro de 180 grados. Lydia anunciaba que le había sido diagnosticado un carcinoma basocelular (un tipo de cáncer de piel que es el más común y el menos peligroso) y ella misma aseguraba que este revés no la detendría. “Siempre intento buscar la lectura positiva a todo lo que pasa. Me agarro a lo que para mí es una verdad absoluta: todo lo que sucede conviene”, aseguraba en unas sinceras declaraciones a la revista Hola!. Quizá sea por esa filosofía de vida que la actriz siempre ha sido capaz de remontar el vuelo cada vez que el destino ha llenado de piedras su camino.

Tenía 21 años cuando era elegida por el propio Narciso Ibáñez Serrador como una de las azafatas de ‘Un, dos, tres… responda otra vez’. Un inicio laboral prometedor que le auguraba un futuro profesional brillante. Sin embargo, y aunque llegó a ser nominada a un Goya a Mejor Actriz en el año 2000 por su papel en la cinta ‘You’re the One (una historia de entonces)’, de José Luis Garci, y será eternamente recordada por su personaje de Alicia en la serie ‘Médico de familia’, sus logros televisivos y cinematográficos siempre han estado eclipsados por sus escándalos y fracasos personales.

El primero de todos llegó de la mano de su primer marido. Lydia se enamoró profundamente de Micky Molina (uno de los chicos ‘malos’ de los noventa) cuando ambos trabajaban juntos en la serie ‘Lleno por favor’. Un romance que encantó a público y prensa y que copó las portadas de multitud de revistas. Eran jóvenes, guapos y estaban enamorados. ¿Qué más se podía pedir? ¡Un bebé! Dicho y hecho. Fruto de su amor nació Andrea (1992), pero el espíritu fiestero y ‘siempre joven’ de Micky terminó por romper una relación que siempre fue tachada por los que los conocían de “pura pasión”.

Y aunque la pareja separó sus caminos, la polémica continuó dado que Andrea, la hija de ambos, nunca tuvo buena relación con él y los continuos escándalos de Micky siempre salpicaban a Lydia. Pasado el tiempo, la actriz volvió a confiar en el amor y pasaba por el altar en 2001 con el arquitecto Alberto Martín Caballero. Junto a él fue madre de los mellizos Juan y Ana y su estabilidad era tal que nadie podía esperarse el tremendo giro que su matrimonio daba cuando él era detenido en 2009 por un delito de abuso sexual a una menor. La sorpresa llegaba cuando se hacía público que era Lydia la que había interpuesto tal demanda y que hacía referencia a “un delito de abusos sexuales a una menor”, la cual está “bajo tutela de Lydia Bosch”.

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De ahí se desprendía que dicha menor sería Andrea, la hija de la actriz y Micky Molina. Sin embargo, el único que habló al respecto fue el actor, quien pedía en declaraciones a Europa Press el “máximo respeto para la intimidad de mi hija” y aseguraba que se personaría como “acusación particular” contra Alberto Martín.

Con el escándalo ya de boca en boca, y ante la gravedad de la situación, los medios decidieron mirar a otro lado por el bien de todos los implicados y eso supuso una sentencia de muerte a la carrera de la actriz. De hecho, fue ella misma la que confesó en 2014, y coincidiendo con la presentación de la película ‘La Hermandad’, que la industria la había olvidado: “No he tenido ofertas en este tiempo. Podría mentir y decir: ‘Sí, he rechazado’. Pero no ha sido así”.

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Ahora, Lydia disfruta de una vida tranquila alejada de los focos en lo personal, pero volvió a colarse en los hogares españoles gracias a su fichaje a finales del año pasado en la serie ‘Servir y proteger’.

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