La Tiara Prusiana
La primera tiara que lució Doña Letizia fuera la “prusiana”, una pieza de platino y diamantes, de estilo neoclásico adornada con hojas de laurel, que fue el regalo de bodas del Kaiser Guillermo II y la emperatriz Victoria Augusta a su única hija, la princesa Victoria Luisa de Prusia, abuela materna de doña Sofía. En el centro, cuelga un diamante en movimiento en forma de lágrima. Doña Letizia la escogió para casarse, al igual que doña Sofía, que la recibió como regalo de su madre, la Reina Federica. Es una de las favoritas de Doña Letizia, que la ha lucido tanto siendo Princesa como Reina.
La tiara Flor de Lis
Pero, poco a poco, doña Letizia ha ido “estrenando” las demás tiaras que componen el joyero “de pasar”, el que legó la reina Victoria Eugenia a doña Mercedes, condesa de Barcelona, cuando falleció Alfonso XIII, y ésta a doña Sofía, cuando accedió al trono. Pertenece al jefe de la Casa Real. Entre las joyas “familiares” que más gustan a la Reina, además de la Prusiana, figura la tiara Flor de Lis, elaborada por la joyería Ansorena y regalo de bodas de Alfonso XIII a la Reina Victoria Eugenia en 1906. Es de platino y diamantes dispuestos en forma de tres flores de lis, emblema de la dinastía Borbón. La suele lucir con los pendientes de chatones. La Reina La lució por primera vez en 2017, en la cena de Estado que ofrecieron los Reyes al presidente argentino Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada. Y la volvió a lucir en su viaje a Reino Unido.
Las pulseras gemelas
Figuran entre las piezas más valiosas del joyero “de pasar”. Es un juego de brazaletes idénticos realizados por Cartier. Doña Letizia los ha lucido en numerosas ocasiones, la última en la entrega de los premios Princesa de Asturias. A veces las luce juntas, otras por separado. Los diamantes de ambas joyas provienen de la corona que el rey Alfonso XIII regaló a la reina Victoria Eugenia, en 1906 y que, más tarde se desmontó, cuando la Familia Real marcho al exilio. Doña Letizia las lució también en su viaje a Japón, en 2017, o del Presidente Israeli Reuven Rivlin y su esposa Nechama Rivlin. Suele hacerlo junto a la tiara Flor de Lis. Su diseño resulta muy moderno cuando las utiliza por separado-
La tiara floral
Es otra de sus tiaras favoritas, una de las que más luce, pero no forma parte de “las joyas de pasar”. La reina Sofía la recibió de los Condes de Barcelona y doña Letizia la “coge prestada” en numerosas ocasiones. El origen de la tiara se remonta a finales del siglo XIX. Fue un regalo de Alfonso XII a su esposa María Cristina de Austria. Cuando la familia real se exilió tras el advenimiento de la Republica, la vendió y su rastro se perdió. Años después fue el regalo que Franco hizo a los reyes Juan Carlos y Sofía. Por eso se dice que volvió a “su hogar”. Fue la tiara con la que se casó la infanta doña Cristina. Es un arco de flores de diamantes montado sobre platino y se puede usar también como collar o dividirse en tres broches. Doña Letizia la ha lucido en cenas de gala, como la del presidente de Perú en 2019, que combinó con un espectacular palabra de honor en color lila de Felipe Varela.
El collar de perlas
Tiene 37 perlas grandes. Lo lució en marzo de 2020, en su visita a París. Es la pieza más importante del joyero real. Las lució por primera vez en octubre de 2018, en un almuerzo con el presidente de Alemania. Lo suele lucir con sobrios trajes de chaqueta, la última vez en su visita a París antes del confinamiento. Hay quien dice que se trata de la joya más antigua que posee la Familia Real. Pertenecieron a la reina Isabel II. Doña Letizia ha tardado en ponérselas, pero ha encontrado la manera de combinarlas con atuendos sencillos monocolor para que luzcan en todo su esplendor.
Los pendientes “chandelier”
Los firma la joyería Yanes y fueron un regalo del Rey Felipe por el nacimiento de la infanta Sofía. Son de diamantes y oro blanco y la Reina se los ha puesto mucho, aunque ahora están algo apartados en su joyero.
Los aretes de platino
Fueron un regalo de don Juan Carlos y doña Sofía por su boda con el Rey Felipe. Tiene seis diamantes de distinto tamaño y talla. Los lucio el día de su boda y en multitud de ocasiones después. Recientemente se los puesto con la tiara floral en más de una ocasión.
Las aguamarinas de Bulgari
Fueron un regalo de la casa italiana. Son unos pendientes desmontables, con doble criolla de aguamarinas, oro blanco y diamante y colgante de brillantes y aguamarina en talla lágrima.
Joyas más ponibles
En su día a día no es infrecuente ver a la reina lucir marcas españolas más asequibles, como Coolook, una firma artesanal, a la que pertenecen los pendientes de aro en oro en forma de bambú, que comparte con la Princesa Leonor, y el modelo Hydra, que suele lucir en verano. Le gusta también la firma Gold&Roses: uno de los diseños de esta marca que más le gusta son unos pendientes de doble daga en oro blanco y diamantes.También ha lucido aros de oro de Aristocrazy. Karen Hallam es otra de las firmas que más aprecia doña Letizia y que más ha llamado la atención últimamente en su aderezo. La última pieza es un anillo ovalado, de plata, que le regalaron sus hijas y que no se ha quitado durante el último año..
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