Meghan Markle y el príncipe Harry están estos días buscando activamente nuevas iniciativas benéficas en Norteamérica, pero en segundo plano también han dado pistas de qué sendas pretenden tomar para enriquecerse ahora que han abandonado sus deberes reales.
Los duques de Sussex estuvieron este miércoles en California en una cita con catedráticos y académicos de Stanford University en Palo Alto. Según Today, la pareja está concretando los planes para su nueva organización benéfica lejos de la familia real británica. Lo revelador está en cambio en una ponencia mucho menos mediática que protagonizaron Markle y Harry la semana pasada en Miami. El royal dio un discurso en un evento del banco J.P. Morgan después de que Markle le presentara.
Este miércoles, CNBC contó que otro banco, Goldman Sachs, está negociando con Harry para que el príncipe sea uno de los oradores invitados en Talks at GS, una serie de entrevistas con personalidades influyentes como David Beckham o el consejero delegado de Disney Bob Iger.
Según la fuente de CNBC, la intervención de Harry en el programa de Goldman Sachs no será pagada, pero la de J.P. Morgan sí podría haberlo sido. Los acercamientos de Markle y Harry a eventos privados de entidades bancarias tan influyentes sugieren que los duques se están preparando para un futuro lucrativo en el llamado circuito de ponentes, uno ya explorado por figuras políticas como Barack Obama o Hillary Clinton.
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Los Clinton ganaron en torno a 150 millones de dólares por ponencias y discursos que dieron entre 2001 y 2015 principalmente en eventos de grandes bancos y organizaciones privadas, según un análisis de CNN. Obama cobraba en torno a 400.000 dólares por ponencia en 2017, cuando varios medios se hicieron eco de algunas de sus intervenciones de aquel año en citas a las que asistían los jugadores más poderosos de Wall Street.
Y mientras los Clinton y Obama hablaban de su experiencia política y diplomática, los discursos de Harry se centrarían en temas en los que se ha especializado en su trabajo benéfico como royal: "salud mental y las necesidades de los veteranos militares".
Markle y Harry también podrán explotar la marca Sussex Royal que han definido en el último par de años —y gracias a la cual se han convertido en dos de los nombres más prominentes de la cultura popular actual. Falta ver a qué senda dan más prioridad: si a la pública a través de citas benéficas y la capitalización de su marca o a la privada con los plutócratas. Siempre les quedará la opción de hacer como Obama y elegir ambas opciones.
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