Entre lágrimas, emocionado y con chaleco antibalas. Así ha comenzado Kanye West su primera intervención en lo que se va a convertir en una interesante carrera hacia la Casa Blanca. El rapero decidió iniciar su campaña en Carolina del Sur con un mitin que a nadie ha dejado indiferente, en el que habló de racismo, de feminismo, de igualdad de derechos, de enfermedades mentales y de su vida personal. Y precisamente este punto ha sido el que más titulares ha acaparado hasta el momento.
En pleno arrebato emocional, Kanye West habló de uno de los capítulos más duros de su vida junto a Kim Kardashian: el posible aborto de su primera hija juntos. «Casi mato a mi hija», explicó West durante su intervención. Según el propio rapero, cuando Kim le contó que se había quedado embarazada, lo primero que pensó fue en no tener aquel bebé. Sin embargo, una «revelación» de Dios (y la negativa de Kim) le hizo cambiar pronto de idea. «Incluso si mi esposa se divorcia de mí después de este discurso, trajo a North a este mundo, cuando yo no quería», añadió entre lágrimas.
Esta confesión vino acompañada de otra en la misma línea ya que, según explicó, su padre quiso que su madre abortara pero ella se negó. Según Kayne, la maternidad debería estar apoyada desde el gobierno y ese será uno de los pilares (y parece que va a tener muchos esta carrera presidencial) de sus discursos. Sin embargo, la legalización del aborto no fue uno de los mejores temas elegidos por Kayne ya que su discurso estuvo plagado de errores como cuando señaló: «Quiero enseñaros cómo es un bebé de seis meses, tiempo en que es legal abortar en Nueva York». Sin embargo, la Ley en Nueva York establece que las mujeres pueden abortar pasadas las 24 semanas de embarazo solo en caso de ‘ausencia de viabilidad fetal o si el aborto es necesario para proteger la vida o la salud de la madre’.
Pero Kayne no se frenó ahí. También hizo referencia a sus problemas mentales de los que él mismo ya habló en numerosas ocasiones y de cómo esa bipolaridad, que le llevó a ingresar en un hospital en 2016 y cancelar cerca de 21 conciertos, también le llevó a reforzar su fe en Dios.
Sin duda, un discurso que no ha pasado desapercibido y que va a dar mucho qué hablar en los próximos días.
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