Partiendo de ahí, gracias a su música y a su capacidad infinita de protagonizar polémicas, ha acabado en la portada de enero del ‘Vogue’ americano con su hija Kulture, de 17 meses. El éxito le ha traído a Cardi B también la posibilidad de hacer regalos espectaculares. Como el Mercedes AMG G63, valorado en más de 170.000 euros, que hace unos días le dio a su hermana por su cumpleaños. O los iPhone 11 que ha comprado a todo sus sobrinos. O los 5.000 dólares que, según ‘TMZ, se gastó en juguetes para los pobres.
La cantante ha tenido además un detallito consigo misma: una nueva casa que se ha comprado después de dos años de búsqueda y que parece un castillo. Tiene más de 2.000 metros cuadrados, una finca de dos hectáreas y media, y un valor superior a los cinco millones de euros. Tampoco le falta un bodega con capacidad para 1.800 botellas ni una galería de tiro. En Instagram, la cantante lo ha enseñado todo.
Hubo un regalo suyo que sorprendió aún más. El 14 de diciembre, día del 28 cumpleaños de su marido, el rapero Offset, Cardi se fue al banco, sacó medió millón de dólares, los metió en la nevera y luego grabó la cara que él ponía al ver los fajos. Y aún hay más, porque ambos terminaron la noche en un club de ‘striptease’, arrojando miles de esos mismos dólares a las bailarinas.
Y es que ella es así: no guarda ningún trauma de su anterior trabajo. Incluso participó en Estafadoras de Wall Street, película ambientada en ese tipo de locales que a ella le encanta frecuentar. Como en su reciente viaje a Nigeria, a principios de diciembre, cuando pasó toda una noche sin dormir en uno de ellos. Y subió, por supuesto, algunos vídeos a las redes.
Aunque sus visitas a estos clubs no siempre acaban bien y un par de ellas podrían llevarla a la cárcel. Ocurrieron en agosto de 2018. Cardi B fue dos días distintos a montar el lío y acabó peleándose con un par de hermanas que trabajaban allí porque a una de ellas la acusaba de haberse liado con su marido. Hubo golpes, lanzamiento de botellas de champán y ataques a estas mujeres también por parte de las personas que acompañaban a la artista. El proceso legal nos ha dejado imágenes impagables, como su última visita a los juzgados, donde se presentó con un abrigo de plumas con una cola de varios metros. La prensa americana la ha bautizado «la reina de los juzgados».
Su pelea más famosa, sin embargo, fue otra. La protagonizó en 2018 en la Semana de la Moda de Nueva York y tuvo a Nicki Minaj como rival. Tras meses de piques y todo tipo de comentarios cruzados, ambas coincidieron en el Hotel Plaza. Se creó un gran revuelo, intentaron separarlas, un zapato de Cardi voló contra su enemiga… Aunque al final ella salió perdiendo: acabó con un chichón en la ceja, descalza, le rompieron el vestido y encima la echaron de la fiesta.
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