Hace dos días Camilla y Carlos de Inglaterra aterrizaron en Auckland, en un viaje oficial que los llevará por diferentes localidades de Nueva Zelanda. Estarán seis días recorriendo el país y a su llegada, Camilla lució algunas de sus piezas más icónicas. Llevó sus zapatos bicolor de Chanel, un básico imprescindible, y su bolso de rafia y asas de bambú. Si para pisar tierra eligió un abrigo y un vestido vaporoso, para su segunda jornada en Auckland prefirió una de sus fórmulas predilectas: la del traje de chaqueta y falda.
El día, cargado de planes, les llevó primero a un memorial por la guerra en Mount Roskill donde Camilla de Cornualles apareció con un conjunto de falda y chaqueta en azul celeste. Es uno de sus colores más recurrentes aunque lo más llamativo del conjunto era la original chaqueta.
Un original diseño que generaba un acabado en ondas y un dibujo de lo más especial. Debajo de la chaqueta se entreveía un top blanco con textura de escote recto.
La duquesa de Cornualles apostó por una de sus joyas favoritas las perlas, eligiendo una gargantilla de tres vueltas con cierre de brillantes. Para rematar no podían faltar los broches, en esta ocasión, dos libélulas de diamantes.
Si bien para llegar eligió los icónicos zapatos de Chanel, esta vez se quedó con unos sencillos y discretos salones en color piel, con un bolso de mano en color marfil y con borla. El príncipe Carlos por su parte llevó un elegante traje de raya diplomática en azul marino demostrando que no hay nada como lucir estilo en pareja.
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