Hay ciertos límites que no deben pasarse. Por ejemplo, abusar de ser amiga de la duquesa de Sussex para promocionar tu línea de joyas. Una cosa es la amistad y, otra, sin pedir permiso alguno, tirar de su popularidad para intentar sacar un rédito económico. Al menos, así lo ven en Buckingham Palace.
Desde el palacio real inglés han llamado la atención a Jennifer Meyer, que estaría utilizando imágenes de Meghan con joyas diseñada por ella para colgarlas en Instagram y darse publicidad aprovechando el tirón mediático de la esposa del príncipe Harry de Inglaterra. Y aún hay más, porque esta estaría violando un acuerdo de confidencialidad que le impedía hacer justamente esto.
El ‘Daily Mirror’ recoge la explicación oficial puesta en boca de una fuente cercana a la familia real inglesa: «A Jennifer Meyer se le ha dicho que elimine las imágenes y en términos inequívocos lo dañino que esto podría ser para Meghan y la familia real«.
Si bien es cierto que algún provecho habrá sacado ya en este tiempo, no menos lo es que Jennifer ha hecho desaparecer de su cuenta de Instagram todas esas imágenes en las que hacía alusión a cómo Markle lucía sus creaciones.
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