A mi edad, se nos suele tachar de haber pasado ya una buena racha: hemos tenido hijos, una carrera y se ha terminado todo. Pero yo ahora me siento físicamente mejor que nunca. Las mujeres podemos inspirarnos mutuamente para sentirnos mejor», dijo Brooke Shields en una ocasión. Y no podemos más que darle la razón. Mucho tiempo ha pasado desde que la vimos en El lago azul (1980), pero ahora nos sorprende incluso más que entonces.
La intérprete se ha convertido en una abanderada del deporte, especialmente desde hace un par de años, tras someterse a una operación de rodilla tras décadas de lesiones. «Comencé a trabajar en pequeños músculos de manera individual», explicó en el programa Today, cuando habló sobre su recuperación. «No hace falta que levantes 500 kilos de peso muerto. Puedes realizar movimientos diminutos para activar esos pequeños músculos que, en realidad, envuelven otros músculos más grandes. Ha sido toda una revelación trabajar con un entrenador personal», admitía.
Fue así como Brooke Shields comenzó a compartir su progreso en Instagram, mostrando cómo entrenaba junto a su instructor, Ngo Okafor. Con el la hemos visto realizar ejercicios extremos, como este de abdominales que hace mientras se cuelga de su entrenador y, después, de una barra en suspensión.
El caso es que poco a poco ha ido ganando más seguidores –más aún– en la red social, especialmente durante la cuarentena, cuando la intérprete aprovechó para entrenar desde casa. Y ahora cuenta con más de un millón de fans que siguen sus ejercicios y los copian, sobre todo las personas que rondan su edad. «Si no tienes 20 años, puedes lesionarte con algunas rutinas», le dijo a Today, alegando que la mayoría de entrenamientos que vemos en Instagram están dirigidas a un público más joven. «Son geniales, pero yo por ejemplo me haría daño en la espalda o en la rodilla si intentase hacer algunos. Mi cuerpo ha tendido 55 años de ‘castigo'».
Su método, aunque es intenso, está adaptado a otra edad. Y es la prueba de que a los 55 se puede entrenar perfectamente con resultados increíbles. Esto es lo que hace Brooke Shields para mantenerse en forma.
Brooke siempre incluye un día de brazos, abdomen o pierna
Desde ejercicios para el activar el core y tonificar brazos, hasta los de tren inferior. Shields cambia constantemente su rutina de ejercicios para que no haya dos días iguales. A la actriz y modelo le encanta usar equipación simple e incluso artículos cotidianos como pueden ser las sillas de casa.
Antes de la cuarentena, la actriz trabajaba duro en el gimnasio junto a su entrenador, pero ahora ha cambiado el escenario y lo hace desde casa. Y en todos su vídeos da instrucciones útiles para que todo el mundo pueda entrenar con ella.
Y así es como entrena brazos utilizando mancuernas y, algo súper práctico: un cojín para que las rodillas no se resientan durante el ejercicio.
No sigue una dieta, pero sí prioriza la moderación
Brooke Shields no es fan de los planes de alimentación restrictivos como la dieta cetogénica o el ayuno intermitente. Ella asegura que el equilibrio es extremadamente importante. «Nos han enseñado a negarnos a nosotras mismas ciertos placeres con la comida. La moderación es difícil porque requiere un compromiso real con el equilibrio», explicó a Health. «Si me digo a mi misma: ‘no voy a comer helado’ o ‘no voy a beber’, seguramente me den ganas de hacer precisamente ambas cosas».
Por eso, Shields apuesta por darse caprichos. «Si estás deseando comerte algo, hazlo, y después trabaja duro para quemarlo», aconseja, poniendo el ejemplo de las copas de vino que se bebe de vez en cuando. «Es una cuestión de control y equilibrio».
Aún así, sus hábitos saludables son más amplios. Siempre procura mantenerse hidratada y comer verduras. ¿Uno de sus mayores consejos? «Dormir lo suficiente», aseguró a la revista Healthy Living. «No creo que haya un truco para estar saludable, creo que todos sabemos cuáles son nuestras limitaciones».
Dice que antes se acostaba muy tarde y se levantaba también tarde, lo que le impedía llevar una rutina normal. Pero logró cambiarlo cuando comenzó a practicar meditación, que no solo le ha ayudado a conciliar el sueño, también a mejorar sus entrenamientos, siendo más consciente de su cuerpo. «Nunca me había centrado en el elemento espiritual del ejercicio o en la idea de honrar el cuerpo y el alma».
Vía: Women’s Health ES
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