El pasado martes se emitió en Estados Unidos el documental Framing Britney Spears. Un trabajo de investigación del New York Times que arrojó nuevos datos sobre los hechos que llevaron a la cantante de 39 años a perder su tutela en favor de su padre, Jamie Spears, que lleva 13 años supervisando de manera legal la vida de la artista. Tanto que a día de hoy, por ejemplo, no puede disponer libremente de su dinero o firmar ningún documento sin autorización previa.
Además de sacar los colores a una sociedad que decidió convertir a Britney Spears en un meme después de la crisis nerviosa que sufrió en 2007, este documental también ha dado la razón a los defensores del movimiento #FreeBritney, que llevan años reclamando que se devuelva la libertad a la cantante. ¿La razón? Que esa decisión judicial tomada en el momento más delicado de su vida le impide actuar como una persona adulta normal y corriente.
Algo que, por cierto, podría cumplirse esta misma semana, ya que está previsto que estos días tenga lugar la vista oral en las que se revisarán las condiciones de la tutela que el padre de Britney ejerce sobre ella. Un asunto delicado sobre el que la artista nunca se había querido manifestar de manera directa (no se sabe si por decisión propia o por que también se lo han prohibido) hasta hoy, que ha sorprendido a sus seguidores con una publicación en sus redes sociales en la que insinua de manera algo críptica que todavía quedan muchas cosas por descubrir sobre su actual vida.
“No puedo creer que hayan pasado tres años de esta actuación de Toxic. Siempre amaré subirme a un escenario, pero ahora mismo me estoy tomando un tiempo para aprender a ser una persona normal. De momento simplemente me toca disfrutar de los placeres básicos de la vida”, escribe la cantante junto a un vídeo donde se la ve interpretando en Las Vegas uno de los mayores éxitos de su carrera antes de lanzar ese mensaje velado a su legión de fans.
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“Cada persona tiene su historia y su propia opinión sobre la historia de los demás. Pero todos tenemos muchas vidas diferentes, hermosas y brillantes. Recuerda: no importa lo que creamos que sabemos sobre la vida de otra persona porque al final eso no es nada comparado con la persona real que vive detrás de la cámara”, termina dando a entender que está muy de acuerdo con lo que se contó en el documental sobre su vida.
Quienes sí han confirmado que a Britney le gustó mucho lo que vio han sido fuentes cercanas a ella que, sin revelar su identidad para evitarle problemas, declararon a PageSix que Spears se emocionó mucho con el documental y que ahora tiene mucha esperanza de poder recuperar su vida.
"Hay partes de la película que le resultaron demasiado difíciles, sobre todo ver las escenas que describen los momentos más duros de su vida, el implacable circo mediático que se formó a su alrededor y el enfoque dañino que se dio de ella cuando era una madre joven”, explica esta fuente.
“Pero también siente que, por primera vez en muchos años, la gente está de su lado y las cosas mejorarán en el futuro. Britney ahora espera que, gracias al documental, finalmente se libere de las garras viciosas de su padre Jamie Spears. También está muy agradecida y conmovida por la protesta pública del movimiento #FreeBritney y por todo el apoyo incondicional que le muestran sus fans y también celebridades como Sarah Jessica Parker, que ha hablado en su nombre”, asegura.
Aunque no es eso lo más importante de todo lo que revela esta persona cercana a Britney. Según asegura a la misma web, Britney ya está hablando con una directora muy importante para producir un documental propio contando su vida. Una película que espera lanzar una vez que su padre deje de ser su tutor legal. Otra razón más para desear que el juez de la razón a la cantante. Una más de tantas.
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