Antonio Canales ha abierto su corazón en ‘Sábado Deluxe’. Lo que podría haber sido una entrevista para salir del paso, llenar su cuenta corriente y aclarar su polémica con Rocío Carrasco y Antonio David, acabó convirtiéndose en un duro testimonio de una persona que perdió su fortuna por culpa de sus adicciones a las drogas y al juego. Cuando finalizó la entrevista del bailaor, Belén Esteban tomó la palabra para darle las gracias por su valentía. “Jorge, perdona, déjame decir algo”, dijo la colaboradora tras ponerse de pie. “He alucinado con lo que ha contado Antonio Canales. Me ha parecido ejemplar lo que ha dicho y me hubiera encantado que hubiese durado más la entrevista porque me tenía con la boca abierta”, comenzó diciendo.
“Le quiero dar la enhorabuena, de verdad, por contar las cosas como han sido en su vida”, añadió con la voz entrecortada y al borde de las lágrimas. “Por ser gitano y decir que estaba con su mujer y la dejó por un hombre, por hablar de la droga como ha hablado y de verdad desde aquí, te lo juro, me he emocionado. Me ha encantado la entrevista”, sentenció la de Paracuellos.
El testimonio de Antonio Canales
A su paso por el ‘Deluxe’, Antonio Canales rememoró que, en la cima de su carrera, cuando su compañía facturaba entre 5 y 6 millones de euros, se introdujo en el mundo de las drogas y el juego por culpa de un desengaño amoroso. “Yo me separo de Mamen porque había una tercera persona por mi parte, era un hombre. Yo decidí irme con mi madre porque yo estaba enamorado de esta persona. Esta persona desaparece y al poco tiempo me entero de que se está cansado con una mujer”, explicó el artista.
“A partir de ahí llevaba una vida terrible de drogas, de no querer bailar, tuve que pedir ayuda… No eran juergas, empecé a ir a los casinos, me tuve que denunciar para que no me dejaran pasar. Yo derroché una fortuna, tenía a tres gestorías llevándome los asuntos”, afirmó con valentía. Sin embargo, no lo perdió todo porque su exmujer y su padre fueron previsores y guardaron dinero y objetos de valor.
Tras tocar fondo, Antonio Canales se dio cuenta de que estaba tirando su vida por la borda y decidió pedir ayuda a su círculo cercano. “Estuve en un centro muy conocido, no llegó al mes porque el doctor me aconsejó que podía estar en cualquier lugar mientras tuviéramos una sesión por semana. Decido pedir ayuda cuando, estando en un balcón, pasó la virgen. De repente, fue tal lo que me entró en el cuerpo, que le dije a mi madre: ‘Ayudadme’”. Entre las muchas excentricidades que llevó a cabo por sus excesos están la de gastarse 42.000 euros en el alumbrado de su casa o estrenar calzoncillos de marca cada vez que se cambiaba de ropa.
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