A estas alturas creemos que el romance entre Enrique Ponce y Ana Soria ha llegado hasta el rincón más recóndito del mundo, debido al escándalo mediático que ha producido la separación de unas de las parejas de la alta sociedad españolas más, en aparencia, inquebrantables, Paloma Cuevas y su casi ex marido.
La joven había mantenido hasta ahora un perfil muy bajo, sin entrar en las especulaciones ni las habladurías. Aunque esta semana ha jugado al despiste abriendo y cerrando su cuenta de Instagram, parece que desde ayer, Ana abraza su nueva fama en las redes sociales sin tapujos. Aunque aún tiene los comentarios desactivados en las publicaciones (imaginamos que para ahorrarse los malos comentarios) la estudiante de derecho llega ya a los 40k, una cifra que antes de su relación con el torero, no manejaba.
Parece que han sido dos eventos los que le han hecho saltar a la piscina y mandar un mensaje a todos aquellos que la siguen: el primero, su posible presentación en sociedad el 1 de agosto en Sevilla coincidiendo con la vuelta del torero al ruedo, y la segunda, una cena con sus amigas donde hemos podido ver las primeras imágenes de la joven desde que se desató la vorágine.
Es la primera vez que la joven se pronuncia desde que comenzó todo, «Ninguno elegimos nacer y sin embargo, nacimos. Eso solo me hace pensar que la vida es un regalo. Un regalo temporal, porque cada minuto que pasamos en ella, nunca vuelve. Dedica tu tiempo a buscar tu propia felicidad y no trates de impedir que otros encuentren la suya. Rodéate de personas que te hagan a ti mejor persona, sólo por estar con ellos. Busca lo que te llena, y no lo que te vacía. Lo que suma y no resta. Y así, vivirás en paz.» escribía Ana en un claro mensaje a Paloma Cuevas y a todos aquellos que critican su relación con el torero.
Fuente: Leer Artículo Completo