Los labios oscuros son una de las tendencias de maquillaje más fuertes de la temporada, y aunque aparentemente no tienen más complicación técnica que los que eligen tonos más alegres y claros, lo cierto es que no siempre logramos que nos favorezcan. Existe un peligro cierto para las que tenemos la piel muy pálida y el pelo y los ojos oscuros: terminar pareciendo la madrastra de Blancanieves. El ejemplo perfecto de cómo evitar este look gótico pasado de vueltas lo tenemos en Vicky Martín Berrocal, sabedora de todos los trucos que necesitamos dominar para que los labiales oscuros, desde los granates más intensos a los marrones más clásicos, nos sienten bien. El primero es básico: aportar color al rostro gracias al colorete y maquillar con cierta intensidad los ojos. Nada de apostarlo todo a los labios.
En los labios, nuestro objetivo es conseguir matices y volumen, que no resulten un bloque de color muy denso. Nuestro objetivo es buscar un efecto ombré en los labios: más color e intensidad en la zona exterior, realzada con el perfilador, y menos intensidad de pigmento en la zona interior del labio. De esta manera evitaremos u contraste muy radical entre un labial oscuro y una piel muy blanca. Lo ideal es conseguir este efecto con el labial y el perfilador, pero si quieres un efecto profesional puedes recurrir a dos tonos de la misma gama. Para teminar fijas con un gloss y triunfo asegurado.
Si tienes los labios más bien gruesos cuentas con una ventaja: más milímetros para buscar los efectos que hacen que los labios oscuros nos favorezcan a todas. Sin embargo, incluso los labios finos tienen alternativas para recurrir a estos labiales. En vez de buscar ese degradado de dentro afuera (o de afuera adentro), puedes dibujarlo de los extremos al interior. Consigue más intensidad en las comisuras y alrededores y aplica el labial más difuminado en la zona central de los labios. Conseguirás el volumen y los matices que andamos buscando.
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