La teoría está más que clara: hay que aplicarse una cantidad adecuada de protector solar antes de salir de casa, sobre todo si vamos a exponernos directamente al sol –recuerda que hay que evitarlo de 12 a 16h–, y reaplicarlo con suficiente frecuencia (cada dos horas o después de cada baño) para evitar las quemadura y el daño solar. Sin embargo, la práctica es otro cantar y en ocasiones abusamos del sol, escatimamos en producto y/o elegimos un SPF insuficiente, lo que se traduce en una quemadura solar al volver de la playa o la piscina.
Estas se producen por una exposición excesiva de la piel a los dañinos rayos UVB y, aunque puedan parecer temporales, causan daños a largo plazo en la piel, como arrugas y manchas solares, y aumentan significativamente el riesgo de padecer cáncer de piel, por lo que no hay que tomar las quemaduras solares a la ligera.
El exceso de luz ultravioleta solar provoca una inflamación en la piel similar a la que podría ocasionar una quemadura del horno, por lo que es importante hidratar y ayudar a reparar la barrera cutánea lo más rápido posible. La forma más fácil de hacerlo es calmar la superficie con una crema que contenga aloe vera. Además, cuando te quemas tu cuerpo arrastra los fluidos a la superficie para compensar la sequedad, por lo que tendrás que beber abundante agua para compensar la falta de líquido.
Si ves que sientes dolor y que la zona está hinchada también puede tomarte un antiinflamatorio, que paliará las molestias y educirá la inflamación y el enrojecimiento. Tu quemadura sanará en pocos días, pero el daño que los rayos solares han provocado en tu piel es para siempre, ya que estos promueven la producción de radicales libres, que dañan el colágeno y la elastina y ADN de las células de la piel, lo que se traduce en envejecimiento temprano y, peor aún, aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel. Aplícate dos veces al día un sérum de vitamina C (siempre y cuando no tengas ampollas), ya que los antioxidantes que contiene minimizarán los daños.
Por último, te tocará mantenerte alejada del sol unos días; así que si tienes previsto volver a la piscina o la playa hazlo acompañada de una sombrilla y con suficiente cantidad de protector solar sobre tu cuerpo, aunque vayas a estar a la sombra.
Fuente: Leer Artículo Completo