Parece una paradoja, pero pasar mucho tiempo sin salir de casa puede hacer que nuestra piel se vea más cansada, más fatigada. Es como si la falta de actividad al aire libre la agotase más y más. “Estar recluidos en casa puede causar ansiedad, abatimiento e insomnio”, dice un estudio del comparador de seguros de salud Acierto.com.
En la piel, el sueño insuficiente o de mala calidad hace que se vea apagada, se marquen las rojeces y las arrugas, se acentúen las manchas y hasta proliferen bacterias que pueden provocar granitos. Si pasar las noches en blanco es una de las sensaciones que están maltratando a tu piel en las últimas semanas, no te desesperes: tiene solución.
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“Cada noche antes de ir a la cama es importante tener una rutina de belleza”, dice Hemely Varela, Directora de Formación de Darphin. “Por la noche aumenta la circulación sanguínea, por lo que la piel está en las mejores condiciones para que los activos de las cremas penetren”, dice Varela.
“Además es cuando la renovación celular alcanza el nivel máximo”. Limpiarte la piel y aplicarte a continuación un sérum, un aceite esencial y una crema sería aprobar con nota. Si además te haces un masaje kinésico, la cosa sube a Cum Laude.
Si nunca antes has usado aceites esenciales, este puede ser el momento perfecto para iniciarte en la aromaterapia. “Estos aceites han sido usados durante siglos para lograr el bienestar de la mente”, dice Varela. A través del olfato, los aceites esenciales estimulan el cerebro y consiguen poner en marcha toda una cascada de efectos placenteros: calman, purifican, dan energía, estimulan… Para combatir el insomnio que afecta a la piel, en Darphin recomiendan los de lavanda, rosa y jazmín.
“El aceite esencial de lavanda calma y ayuda a conciliar el sueño. Además, regenera la piel”, dicen en Darphin. “El de rosa es antidepresivo y mitiga la ira. Evita las interrupciones en el sueño y tonifica la piel. Y el de jazmín aporta optimismo, reduce la tensión y da seguridad en uno mismo. Además suaviza la piel seca y sensible”.
Cada noche antes de irte a la cama, toma cinco gotas de aceite esencial y aplícatelas en la cara con un masaje kinésico, que además de relajar depura las toxinas y drena la piel. Primero, coloca las palmas de la mano como un cuenco y deslízalas desde el centro de la cara hacia las orejas, arrastrando sobre la frente y las mejillas. Al llegar al contorno, baja sobre los ganglios del cuello y presiona ligeramente.
Después, dobla el dedo índice y arrastra la falange central sobre la frente y las mejillas, alisándolas. Llega hasta los ganglios linfáticos del cuello para drenar. Para terminar, apoya las yemas de los dedos en la línea del nacimiento del pelo y traza un movimiento sobre todo el contorno de la cara desde el centro de la frente hasta el cuello, como si dibujaras un corazón. Presiona suavemente en los ganglios del cuello.
© Cortesía de Darphin
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Si aún así te sigues viendo mala cara y la piel fatigada y sin vitalidad, hazte un masaje estimulante: “Haz una pinza con los dedos pulgar e índice y pellizca las mejillas, las sienes, la frente, de nuevo las mejillas y el cuello”, explica Hemely Varela.
“Con la palma de las manos levanta los púmulos y tensa hacia arriba los músculos de la sonrisa. Desciende hacia el cuello con maniobras de presión y finaliza a lo largo de los trapecios para relajar los músculos y liberar tensiones”. Mírate al espejo, espejito…: ¿notas la diferencia?
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