Hace ya unos meses adelantábamos que había indicios de que las cejas finas podrían volver a ser una realidad. Algunas celebrities comenzaban a apostar por ellas y la pasarela brindaba su apoyo a una de las tendencias estéticas más características de los años 2000. Ahora podemos decir que esta moda ya es una realidad y han surgido algunas formas de reinterpretarla, de manera que no es obligatorio recrear el diseño exacto que se popularizó en el pasado.
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Entre las diferentes maneras de adoptar esta controvertida manera de lucir cejas ultrafinas, Rosalía ha querido aportar la suya. La catalana, como siempre, ha arriesgado en su propuesta y no se ha conformado con adelgazar sus cejas, que además de forma natural están muy pobladas. Hace unas horas la intérprete de Saoko aparecía en su perfil de Instagram con sus cejas naturales ocultas con maquillaje sustituyéndolas por otras finísimas, dibujadas con lápiz negro. El trazo de las mismas mantiene el mismo grosor por todo el diseño y la línea se curva en gran medida en la zona del arco, para aportar expresión a la mirada. Cientos de comentarios en la publicación ponen el foco en su nueva look, con el que quizá pronto la veremos en alguna publicación o videoclip.
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Como todo lo que hace Rosalía (anteriormente ha experimentado tiñendo sus cejas de colores o llevándolas a lo Frida Kahlo), este diseño no es fruto de la casualidad sino que llega para confirmar la que podría ser una de las tendencias de belleza imperantes durante los próximos meses. Al menos, en su versión menos exagerada. Así lo demuestran también las últimas campañas de la firma Byredo, especialmente conocida por sus perfumes. Por un lado, la marca apuesta por este look en una serie de retratos captados por Estevan Oriol para la promoción de su fragancia De los Santos, con los que celebra la belleza y la vida de las mujeres. Además, la marca vuelve a apostar por esta tendencia también para la promoción de otro de sus productos, la máscara de pestañas. En estas imágenes, la modelo que sostiene el original envase, luce unas cejas que conectan con las de la cantante: una línea casi imperceptible se dibuja por encima de sus cejas naturales, disimuladas en este caso con decolorante.
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El recuerdo más cercano que guardamos de las cejas finas es de los años 2000. ¿Quién no tiene en mente a Pamela Anderson y sus finísimas cejas negras en contraste con su melena rubia? El regreso de este icono de aquellos años a raíz del lanzamiento de su biopic Pam&Tommy, ha provocado el redescubrimiento de algunas tendencias que se personalizaron en la actriz, como su alocado moño y sus finísimas cejas.
Pero lo cierto es que el tipo de diseño que ha lucido Rosalía guarda más similitudes con otra referencia, algo más alejada en el tiempo: las cejas de los años 30 del siglo pasado. En aquella década, las cejas se convirtieron en una característica muy llamativa del rostro. Se depilaban hasta lograr una línea finísima y, a diferencia de los años 2000, esta se arqueaba y se alzaba exageradamente, tal y como las lleva ahora Rosalía. Con aquella técnica se intentaba lograr un efecto de mirada más elevada y llamativa.
Para dar protagonismo a las cejas se delineaban e, incluso, algunas mujeres las barnizaban con vaselina para aportarles un aspecto brillante. No hay más que revisar algunas imágenes de actrices de la época como Marlene Dietrich o Ginger Rogers para apreciar las similitudes. Si ya hablamos de la vuelta de algunas tendencias de los años 20, parece que ahora le ha tocado el turno a la siguiente década.
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