Quemado, debilitado, seco: los cinco tipos de daño más habituales en el pelo y cómo solucionarlos

Es inevitable. Estamos en los meses de máxima peligrosidad para el pelo, sometido a los rayos del sol, el cloro o la sal, los moños tirantes y las coloraciones más agresivas. Aunque trates de no usar herramientas de calor (secadores, tenacillas, planchas) y no saltarte las mascarillas ni el sérum, tu melena va a sufrir. Por suerte, para cada tipo de daño existe una solución. Empezando por esas puntas abiertas que llevas semanas ignorando.No lo hagas. Solo debilitará los folículos. El remedio es fácil y no hablamos de llevarlo recogido con una pinza – por mucho que se lleven-: la solución es que no te saltes un corte mínimo cada dos meses. La salud de tu melena lo agradecerá.

El segundo problema más habitual es el exceso de coloraciones o el uso de tintes demasiado agresivos. La primera recomendación es acudir a una peluquería en la que se preocupen por el bienestar de tu cuero cabelludo y de tu melena con productos cero dañinos. Además, trata de usar champús específicos y sin químicos y mascarillas reparadoras. Para el daño químico que ocasionan tratamientos químicos y que debilita y puede llegar a romper los cabellos, el remedio es más complicado: usar un tratamiento con proteinas antes de cada champú (si puedes dejarlo toda la noche, mejor) y combinarlo con productos extra hidratantes, además de hidratar todos los días las zonas más dañadas, por ejemplo con acondicionadores sin aclarado.

Si tu pelo se resiente de tanta plancha, lo inmediato es utilizar siempre, siempre, siempre protectores del calor, además no no utilizar jamás la plancha con el pelo sucio o pasarla todos los días. Y si por cualquier motivo (estrés, dieta, cambios hormonales) te enfrentas a un pelo endeble o que se cae, empieza por dejar de usar moños, trenzas u coletas que causen alopecia por tracción. También te puede venir bien tomar algún suplemento vitamínico, previa consulta con el dermatólogo.

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