Suele estar en el huracán mediático y, aún así, Rocío Flores no pierde la esperanza. Con frecuencia, en sus apariciones observamos a una Rocío Flores, absolutamente derrumbada, que defiende a su padre. Sin embargo (y especialmente tras su paso por Supervivientes), la hija de Rocío Carrasco y Antonio David se convierte en noticia no solo por los dramas familiares sino también por la transformación física que experimenta. Su último retoque ha dejado el cambio de look radical de Shakira a la altura del betún.
Se trata de una bichectomía, una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite la extracción de las bolas de Bichat (unas glándulas de tejido graso adiposo que se encuentran ubicadas en las mejillas, justo debajo de los pómulos). Si bien al extirparlas se consigue un óvalo facial más definido, numerosos especialistas señalan que a largo plazo puede tener un efecto indeseado al generar un envejecimiento prematuro.
“¿Me va a doler?” –preguntaba Rocío Flores poco antes de someterse a la intervención. La doctora le aseguró que no, que solo sentiría un pinchazo por la anestesia, parecido al de un dentista. El resultado –tres meses después de la intervención- lo tienes en el siguiente vídeo.
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Dicen los especialistas que es una de las intervenciones más demandadas –sobre todo desde que Mar Torres, la que fuera novia de Felipe de Marichalar, conocido popularmente como Froilán- dijera que iba a hacérsela. Más allá de las modas, de momento Rocío Carrasco parece encantada y sus seguidores de Instagram aplauden continuamente el cambio en cada publicación. ¿Cuál será su siguiente paso?
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