Con color, en espray, en formato loción… hay infinitas fórmulas con las que la protección solar se adapta a todas las necesidades y con ellos nos da una razón menos para no obviarla en el día a día. El uso de protección solar diario es un paso que no podemos olvidar en nuestra rutina de hidratación diaria. Pero hay zonas que por no quedar a la vista se nos pasan de largo, entre ellas, la zona de detrás de las orejas, los codos o los empeines de los pies. Todavía más fácil es olvidar proteger el cuero cabelludo, puesto que es una zona de difícil acceso en la que, evidentemente, no podemos poner protector solar tradicional.
Además, por lo general el cuero cabelludo está sobreexpuesto al sol, ya que en él inciden los rayos del sol de manera directa. De esta forma, casi sin darnos cuenta podemos terminar con la zona enrojecida y la piel irritada -una piel que se desprenderá al cabo de una semana, causando un efecto parecido a la caspa sobre nuestra melena-. Y, evidentemente, cuanto menor densidad de pelo tengamos, más fácil será que nos quememos la raíz del mismo.
¿Cómo tratar las quemaduras en la raíz del pelo?
Lo primero que debemos valorar es el tipo de champú y acondicionador que estamos usando. Si estimas que pueden ser demasiado agresivos para la condición que en ese momento tiene tu cuerpo cabelludo, lo mejor es que los sustituyas temporalmente por fórmulas más suaves. Si es posible, es mejor que la temperatura del agua sea fresquita y a la hora de secar el cabello hazlo lo mínimo posible y de forma cuidadosa.
Como paso previo, antes de lavar el cabello -igual que el exfoliante capilar- podemos aplicar un tratamiento calmante cuya fórmula contenga ingredientes como la menta y el eucalipto que resfrescarán la zona. Este tipo de producto alivia los cueros cabelludos sensibles e irritados, proporcionando una sensación de confort inmediato y reequilibrando el cuero cabelludo. Para aplicarlo, se va abriendo el cabello raya a raya y se deposita sobre el cuero cabelludo. Se masajea suavemente y se dejar reposar unos 5 o 10 minutos. Esta operación se puede repetir una o dos veces por semana.
También se puede poner en práctica el remedio tradicional de poner compresas frías sobre la cabeza para aliviar el dolor que pueda provocar la quemadura. Si todo esto no es suficiente, los expertos recomiendan recurrir a fórmulas más específicas cuyo objetivo sea recuperar la nutrición del cuero cabelludo, e incluso también se puede aplicar aloe vera, ya que sus propiedades hidratantes y antiiflamatorias, lo hace excelente para tratar las quemaduras solares.
¿Cómo podemos prevenirlo?
Si ya lo has sufrido, o te han contado sus poco deseables efectos, lo normal es que quieras poner todos los medios para que no se produzca la quemadura. Para ello, lo más efectivo es hacer uso de gorras y sombreros. Para cuando no sea posible utilizar este complemento, debemos tener muy cerca un protector solar específico para el cabello, ponerlo media hora antes de salir de casa y reponerlo cada dos horas o cada vez que nos mojemos el pelo.
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