Los perfumes se parecen al amor romántico en muchas cosas: hacen que tu vida sea más feliz, te completan, son un lenitivo para el espíritu… Por eso muchas personas nos pasamos media existencia tratando de encontrar el perfume de nuestra vida, ese del que no querremos alejarnos jamás.
Quienes ya lo han encontrado y son fieles a un aroma no van a necesitar nada más. Bueno, tal vez sí: que nunca –jamás– lo descataloguen (quien haya vivido el cataclismo de que el perfume de su vida deje de producirse sabe de qué estamos hablando).
© Carola de Armas
Solo algunas personas (muy pocas, en realidad) tienen la suerte de que el perfume de su vida adquiera nuevas formas, se reinvente en texturas y formatos insólitos que permitan disfrutar del aroma de mil maneras, hacerlo parte de tu vida, llevarlo siempre contigo.
Velas, cremas corporales, escayolas perfumadas para guardar en los cajones del armario o suntuosos geles de baño son algunos de los formatos que todas conocemos. Ahora, Givenchy sorprende a las amantes de su perfume L'Interdit con el Concreto, una virguería que a primera vista parece una barra de labios. Es ideal, sólido, ultracompacto, para llevarlo en el bolso y retocarte en cualquier momento y en cualquier lugar.
Perfume Concrete L’Interdit, de Givenchy© Cortesía de Givenchy
Su aroma es 100% L'Interdit, misterioso, sensual y súper femenino. Oscuro vetiver y pachulí contrastan con un bouquet de flores blancas de azahar, jazmín y nardo. “Llévalo siempre contigo y aplícatelo en los puntos donde late el pulso: cuello, muñecas y detrás de las rodillas”, dicen en Givenchy.
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