La contaminación es una de las grandes enemigas de la salud y del aspecto tanto de nuestra piel como de nuestro cabello. Y, aunque ahora no estamos expuestas a ella por motivo de la cuarentena, no significa que no tengamos que prestar especial atención a los cuidados de belleza que le proporcionamos a nuestro rostro –recuerda que hay que limpiarse la cara e hidratarla aunque no salgas a la calle–, melena y cuero cabelludo
El hecho de pasar tanto tiempo encerrados en casa, sin que nos de el aire –vital para refrescar nuestra piel, incluida la que tenemos en la cabeza, debajo del pelo– y aplicándonos másproductos de los habituales para hidratar y abrillantar nuestro pelo mientras estamos confinados, hacen que nuestro cuero cabelludo necesite urgentemente un tratamiento détox.
Este protocolo, que se realiza una vez al mes (es el tiempo en el que el cuero cabelludo renueva la piel), antes de lavarse la cabeza, “activa la microcirculación consiguiendo que la sangre transporte mejor los nutrientes necesarios hasta los folículos pilosos. Proporciona frescor y una sensación de bienestar instantáneo y deja la melena con más vitalidad, fuerza y brillo”, explica Adolfo Remartínez, creador de Nuggela & Sulé.
Te proponemos que aproveches este momento para incorporar el mindfulness a tu rutina capilar y así vivir una experiencia consiente y relajante cuando le apliques unos mimos extra a tu cabello. ¿Cómo? Comienza cepillando tu melena con lentitud, de la raíz a las puntas, para desenredarla, mientras eres consciente de la respiración; después humedece tu cabello y aplícate el tratamiento détox en las raíces. Sus activos penetrarán mejor en la fibra capilar y tú re relajarás si “masajeas la cabeza con la yema de los dedos y practicas digitopuntura, ejerciendo más presión en zonas como las sienes, la base de la nuca o la parte frontal”, asegura Caroline Greyl, presidenta de Leonor Greyl.
En el momento del lavado deja a un lado las prisas y concéntrate en cómo el agua se desliza por tu cabeza, tu espalda y por todo tu cuerpo. “Aplica el champú y masajea suavemente mientras inspiras profundamente para absorber su aroma. Repite la operación, sin pensar en nada más, insistiendo esta vez en la zona de medios y puntas. Aclara con agua a la temperatura que más agradable te resulte para seguir disfrutando de la experiencia”, recomienda Greyl. Termina con la mascarilla y aprovecha los 5 minutos que necesita para actuar para cerrar los ojos y relajarte, sumergida en la bañera o bajo la ducha.
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