Conforme avanza 2021 se van conociendo las cuentas de resultados globales de 2020 de diferentes compañías de moda y belleza. Si bien fue un año aciago para la mayor parte de ellas, las hay que han resistido el embate de la crisis provocada por el coronavirus mejor que otras. Es el caso de L’Oréal. El pasado jueves, el gigante francés (propietario de marcas como Kérastase, Garnier, Kiehl’s, The Body Shop, Giorgio Armani beauty, Lancôme o Yves Saint Laurent beauty) publicó que la caída de su beneficio neto en 2020 fue de un 5%, hasta los 3.560 millones de euros. Sus ingresos totales fueron de 27.992 millones, un 6,3% menos que en 2019. Un impacto tan moderado que incluso le ha permitido repartir un dividendo de 4 euros por acción, lo que (pese a la caída) supone casi un 4% más que el año pasado.
Aunque el balance final no ha sido tan negativo como las circunstancias hubiesen provocado, lo cierto es que L’Oréal no comenzó 2020 con buen pie. En el primer trimestre perdió un 4,3%, y lo peor vino en el segundo, con un descenso del 19,4%. En el tercero empezó a remontar, con una caída de apenas un 2%. Y en el cuarto trimestre, sus ventas igualaron a las del año anterior (7.878,8 millones, frente a los 7.879,3 de 2019), lo que en términos comparables supone incluso un aumento de las ventas del 5%.
¿Cómo lo ha hecho? La clave, como ha ocurrido con otras compañías, ha sido la venta por Internet. En su caso ha crecido un 62%, y eso ha sido lo que les ha permitido amortiguar el golpe. Esta vía ya representa más de un cuarto del total de sus ventas; en concreto, un 26,6%. «Gracias a su fortaleza en el comercio electrónico y digital, que ha aumentado de nuevo de forma considerable, L’Oréal ha sido capaz de mantener una estrecha relación con todos sus clientes y compensar en gran medida el cierre de puntos de venta», ha declarado en un comunicado el presidente y CEO de L’Oréal, Jean-Paul Agon. Se trata del último informe de cuentas con él bajo la dirección, ya que el próximo 1 de mayo tomará el relevo Nicolas Hieronimus, aunque Agon continuará en el cargo de presidente.
Como ya es habitual en otras compañías de belleza o de moda, la región de Asia-Pacífico es la que ha permitido salvar el año del estallido del Covid-19. No sólo no cayó, sino que aumentó en un 1,5% (un 16,6% en términos comparables durante el último trimestre), según las cifras de la compañía. Ahora es el mercado más grande del mundo para ellos. En el otro extremo de la balanza, Europa Occidental, con un retroceso del 9,2%.
Por divisiones, la de dermocosmética (CeraVe, La Roche Posay) creció un 13%, mientras que L’Oréal Luxe (Lancôme o Yves Saint Laurent beauty) registró una caída de ventas del 7,6% hasta los 10.180 millones de euros. Los productos de consumo (L’Oréal Paris, Garnier) cayeron un 8,2%, y los profesionales tuvieron las mayores pérdidas, debido al cierre de las peluquerías y los salones de belleza.
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