El éxito de las infiltraciones de bótox en la industria de la medicina estética es imparable. Los resultados casi inmediatos con procedimientos poco invasivos ganan el pulso a la cirugía y los pacientes se decantan sin duda por estos. La industria está inmersa en una investigación constante que permita ofrecer los mejores servicios a estos pacientes y cada cierto tiempo van apareciendo nuevas técnicas y productos que hacen todavía más efectivos los procedimientos.
Hace ya varios meses que se habla de una nueva toxina botulínica, pero es ahora cuando la teoría comienza a acercarse a la praxis clínica. A las ya conocidas y aprobadas para su uso Vistabel, Azzalure y Bocouture, se le añade la recién llegada Alluzience, que aporta una serie de mejoras significativas respecto a las anteriores. Esta toxina se obtiene del Clostriduim Botulinum, una cepa tipo A y ya ha sido presentada en el en el Congreso nacional de la Sociedad Española de Medicina Estética a finales de este mes de febrero -y también de forma internacional- por lo que se prevé que muy pronto esté disponible en las consultas.
A nivel de aplicación, las cirujanas y médicos estéticos Virtudes Ruíz y María Vicente, de la clínica Virtud Estética explican que se da un cambio importante: «La nueva toxina Alluzience ya viene diluida y trae unas jeringuillas especiales para su aplicación, que aportan precisión en los tratamientos«, apunta la doctora Ruíz, algo que se traduce en unos resultados más precisos. «No está liofilizada, viene reconstituida y lista para usar, sin tener que manipularla», comenta la doctora Vicente.
Por otro lado, en la propia fórmula también se han implementado mejoras que revierten en un uso más seguro y extenso del producto. Tiene una formulación especifica sin albumina humana, sin conservantes, ni proteínas derivadas de animales, y tampoco contiene lactosa. «Supone menos capacidad para producir reacciones alérgicas. Amén de poder usarla en aquellas personas que no quieren utilizar proteínas animales, porque es apta para veganos», apunta la doctora Vicente.
Esta nueva fórmula confiere nuevas ventajas al tratamiento: «Confiere características especiales como rápido inicio de acción (entre 24 y 48 horas) y resultados más duraderos: de hasta seis meses, mientras que las que tenemos tienen una duración de entre tres y cuatro meses«, asegura la doctora Ruíz. Esta es una diferencia importante, ya que permitiría espaciar más las sesiones de aplicación del bótox para mantener los resultados como recién salida de la consulta.
En lo que sí se parece esta nueva toxina botulínica a las anteriores es en la forma de aplicación. El tratamiento se realiza igual que con las otras toxinas, infiltrando mediante una aguja muy fina la cantidad necesaria de toxina en los músculos que forman las arrugas dinámicas para relajarlos e inhibir su movimiento. «La nueva toxina Alluzinece está autorizada, por el momento, para tratar las arrugas dinámicas de la glabela (entrecejo) en cinco puntos. Y, como siempre, solo pueden inyectarla los médicos con experiencia demostrada en este campo”, detalla la doctora Ruíz.
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