Uno de nuestros objetivos veraniegos es conseguir un bronceado bonito, uniforme y que dure todo el tiempo posible. Sin embargo, la realidad es otra, por lo que al final de nuestras vacaciones solemos tener algunas zonas del cuerpo más claras que otras; sobre todo la cara si eres de las que prefieren tenerla lo más protegida posible de los rayos solares, dando como resultado la tez del rostro de un tono más claro que el resto del cuerpo. Por eso el uso del autobronceador, también durante el verano, es clave para lucir una piel morena de pies a cabeza.
“Para igualar las zonas más claras con el resto tan solo tienes que extender sobre ellas una capa de autobronceador, delimitando bien las áreas a broncear y repitiendo la aplicación hasta obtener el mismo tono”, asegura Jayne Cooper, tanning expert de St. Tropez. Y si este verano tan solo vas a poder tomar el sol los findes, intensifícalo a mitad de semana con un autobronceador de tono medio u oscuro.
Si el problema es alguna antiestética marca blanca que te impide lucir de manera perfecta el modelito que pensaba ponerte al caer el sol, opta por un bronceador con color y extiéndelo cuidadosamente con una brocha. Al igual que si lo que buscas es un bronceado integral tienes que “igualar el pecho o nalgas con un autobronceador de tono medio y aplicar menos cantidad en la zona de la banana subglútea, ya que podría concentrar más color”, aconseja la experta.
Y cuando se termine el verano, no destierres este producto al fondo del armarito del baño si no quieres desprenderte del favorecedor tono. A la vuelta “hidrata tu piel, exfóliala dos veces por semana y aplícate un autobronceador gradual en el momento de la ducha”, concluye Cooper.
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