Ansiosa como un niño la víspera de Reyes, con toda esa energía acumulada a punto de explosionar. Así te sientes. Sí, has estado entrenando en casa pero, no nos engañemos, no es lo mismo ejercitarse entre cuatro paredes que con el cielo como único e infinito techo. Al fin y al cabo, hacer deporte es mucho más que conseguir unos abdominales marcados, unas piernas fuertes o unos brazos tonificados. Es una válvula de escape para las mentes inquietas, un reto personal para las más ambiciosas, ese chute de serotonina que TODOS necesitamos.
Pero de la misma forma que no se te ocurriría llevar tu cuerpo al límite en estas primeras salidas, también es necesario que 'entrenes' y prepares tu piel. Te lo hemos contado en muchas ocasiones, el sol es maravilloso, necesario y tiene múltiples beneficios: físicos, como la síntesis de vitamina d o de calcio para los huesos, y para el estado de ánimo, ya que proporciona una sensación de bienestar inmediato. Pero también puede resultar peligroso para tu salud y tu piel, y acelerar el proceso de envejecimiento o la aparición de manchas, entre otras cosas. Sobre todo después de estos días que has pasado en casa con una mínima exposición solar.
Para prepararte, te recomendamos que estos días aumentes la ingesta de alimentos ricos en betacarotenos (zanahoria, boniato, calabaza…) y en antioxidantes –verduras, té verde, nueces…– que te protejan de los radicales libres. No descuides tampoco la vitamina C, presente en frutas como el kiwi, la naranja o el limón, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Pero no solo; el uso de un buen protector solar es fundamental siempre y, aún más, en estas primeras salidas. Como vas a salir a practicar deporte, es fundamental que el fotoprotector elegido sea resistente al agua y a la transpiración, que sea ligero y que no obstruya los poros. Esto como punto de partida; además, desde el centro de belleza Oxigen nos dan algunas pautas para su correcta aplicación:
-Si eliges un fotoprotector con filtros químicos, recuerda que debes aplicártelo media hora antes de la exposición para que pueda asentarse en la superficie de la piel.
-Los solares con filtros minerales, sin embargo, te protegen desde su aplicación. Estos son perfectos para las pieles más sensibles o reactivas.
-Busca fórmulas de amplio espectro, que te protejan de los rayos UVA y UVB. Mejor si incluyen antioxidantes en su formualción, como la vitamina C y E o la astaxantina, que mejoran y reducen las lesiones del fotoenvejecimiento.
-Aplica la dosis justa. ¿Cómo calcularla? Una avellana en el rostro, una almendra en los brazos, una nuez en las piernas y dos nueces en el torso.
–Al llegar a casa, retira bien el fotoprotector de la piel para evitar que obstruya y sature los poros. Para ello, te recomendamos la doble limpieza: primero con un limpiador de base oleosa tipo aceite, leche o bálsamo, y después con uno en gel o espuma.
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