Llega el fin de semana y lo único que deseas es acostarte la noche del viernes para no programar la alarma de tu despertador. Te despiertas a media mañana y piensas que has descansado lo suficiente. Esta rutina que muchos deseamos a medida que se acerca el sábado es, aunque jamás lo hayas imaginado, perjudicial para tu salud.
Tan necesario es descansar como controlar tu tiempo despierto. Cuando alteras tu rutina de sueño, tanto por dormir menos como por dormir más, te sientes más cansado o con sentimientos negativos que influyen en tu estado de ánimo. Sentir que has perdido el tiempo durmiendo y que te has saltado algún plan no es solo el único síntoma que puede provocar dormir más de las horas a las que estás acostumbrado, sino que también tu cuerpo fisiológicamente sufre cambios.
Los procesos biológicos, como las hormonas del hambre que son la leptina y la grelina, se pueden apagar en este caso y alterar, por lo tanto, también tus rutinas alimentarias. Despertarse más tarde cambia absolutamente todo.
Tu cuerpo necesita estar despierto durante una cantidad concreta de horas de sueño antes de irte a la cama, porque de lo contrario no serás capaz de dormir. ¿No te ha pasado alguna vez que un domingo por la noche no has sido capaz de conciliar el sueño hasta muy tarde? Aquí tienes tan solo una de las muchas consecuencias de cambiar o apagar la alarma del despertador.
El estrés es otra de las manifestaciones de los síntomas de este comportamiento. Tu cuerpo responde ante situaciones que entre semana no suceden y no sabe cómo afrontarlas durante el fin de semana. No significa que debas tener exactamente el mismo horario de sueño en el fin de semana, si no que la solución consiste más en controlar tus horas de sueño, es decir, en dormir la misma cantidad de horas cada noche.
También puedes fomentar tu somnolencia para incrementar tu cansancio o fatiga general y lo puedes hacer de diferentes maneras siempre y cuando no desvíes tus patrones de sueño. Haz ejercicio, lee antes de dormir o desconecta la tecnología. No importa si lo haces a las doce o a las dos de la mañana, sino que lo que importa es que no te pases del número de hora de sueño que consigues dormir entre semana.
Si en cambio aún levantándote tarde los fines de semana notas que tu sueño y tu estado anímico o de humor no se ve alterado, no tienes por qué establecer esta rutina cada día.
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