No hace falta decir que las mascarillas se han convertido en el accesorio no solo más obligatorio sino también necesario del momento. Es imprescindible llevarla en todo momento en el que podamos estar en contacto con gente con la que no convivamos, tanto para salir a la calle a dar un paseo en las horas puntuales como para visitar a familiares y amigos en las zonas que ya están en fase 1.
Pero, a pesar de que sea necesario llevarla cada vez que salimos a la calle, justo por esa necesidad, aunque nos protegemos de problemas mayores esta mascarilla pasa factura a la piel.
Problemas que causa la mascarilla en la piel
Lo primero que producen las mascarillas en la piel es la irritación. Y es algo normal porque esta roza la piel tanto a la altura de la barbilla como en los pómulos y el tabique y cuanto más gruesa y ajustada sea peor. Además, no ayuda nada que dentro de la mascarilla se cree una especie de microclima: «Al respirar dentro, se crea un ‘clima’ estanco con un exceso de humedad y microorganismos de deshecho», cuenta Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de Alice in Beautyland. Pero no solo aparece irritación, sino también sequedad, sensación de tirantez y su consecuente descamación.
Y a raíz de esto también está apareciendo acné en la barbilla y la nariz sobre todo. De hecho, estos granitos ya se han ganado hasta su propio nombre, como si de una nueva tendencia se tratase, el Maskne. Este no es como el acné quístico, sino que sale por el roce de las costuras de la mascarilla en el rostro. Y es que esta fricción lo que hace es crear pequeñas roturas en la piel por las que entran las bacterias creando el acné.
¿Cómo se solucionan los daños de la mascarilla?
Limpia
Aunque parezca lo más básico, y es que lo es, hay que limpiar bien la piel, tanto antes como después de usar la mascarilla. Antes, se quitará la suciedad que se ha ido depositando en la piel antes de su uso, y después, se limpiará de todas las bacterias y la contaminación, refrescándola.
Tonifica y exfolia
Otra de las claves será terminar con las células muertas, que también se acumulan taponando los poros y evitando que la piel se regenere y, por tanto, haciendo que aparezca acné y tirantez. Será necesario tonificar la piel pero también eliminar todos los restos que puedan quedar.
Hazlo de forma suave con un peeling químico, por contradictorio que esto pueda parecer. Como este de Pixi, que exfolia, ayuda a tonificar, reafirmar y uniformizar la piel. Al tratarse de un producto líquido, se notará la piel mucho más fresca mientras recupera su luminosidad y desaparece la suciedad sin darnos cuenta ya que no contiene gránulos que la arrastren.
Hidrata
A continuación, hidrata. Es la única forma de contrarrestar la sequedad y de aliviar el roce de la mascarilla en la piel. Esta hidratará, nutrirá, clamará y restaurará la barrera protectora de la piel. Úsala en formato gel o no demasiado densa para que sea más refrescante con la piel y mejor si es antirrojeces e indicada para la irritación. Como la Xpert Sensitive Cream de SingulaDerm.
¡La quiero!
Está formulada con ingredientes activos que hidratan, calman y aportan confort a las pieles reactivas aliviando los signos de irritabilidad. Además, revierte los daños ocasiona por factores externos en la piel promoviendo su sistema de autoprotección.
Ahora más que nunca es necesario hidratar por la noche, ya que es cuando la piel se regenera y cuando puede recuperarse realmente de los daños de la mascarilla.
¡La quiero!
Esta de Natura Siberica contiene rhodiola rosea que ralentiza el envejecimiento y defiende la piel de los factores ambientales adversos; también bisabolol natural, que hidrata la piel seca y sensible, reduciendo la descamación y restableciendo la flexibilidad, mientras que el Vitalayer® incrementa la producción de ácido hialurónico para hidratar la piel y reducir las arrugas. El complejo SYN®-AKE con el que está formulada estimula la producción de colágeno y alisa las arrugas. Incluye extracto de serba siberiana que sana y calma la piel, y el extracto orgánico de melisa la calma cuidadosamente.
Otra opción es la crema hidratante de Embriolysse. Protege contra las agresiones externas, fortalece la barrera cutánea, alivia de la tirantez, hidrata intensamente reduciendo las rojeces y la descamación. Se puede usar tanto por el día como por la noche.
¡La quiero!
Mantenimiento
A pesar de que hidratemos tanto por la mañana como por la noche, conviene reforzar la hidratación de la piel también durante el resto del día para así suavizar más la piel. Hazlo de forma ligera con brumas, como esta de Mavala, que además refrescará la piel por su formato.
Ayuda a hidratar, revitalizar y refrescar la piel. Contiene Agua de Anciano, un potente descongestionante que aporta una sensación de frescor y llena de energía la piel. Se puede aplicar en cualquier momento del día para hidratar y fijar el maquillaje.
Protege
Este debe ser el primero de los pasos, porque consiste en aislar la piel de la mascarilla. Es decir, como si se pusiera una tirita. Se trata de Black Honey Balm, de la línea Abeille Royale de Guerlain. Es una crema que forma una película protectora sobre la piel que va a ser expuesta a las rozaduras y falta de transpiración como la provocada por las mascarillas.
¡Lo quiero!
Tiene acción regenerante y reparadora para calmar la piel gracias a la miel, que además fortalece la piel. No deja brillos y puede usarse también como la crema hidratante de uso posterior a la mascarilla para nutrir y aportar flexibilidad.
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