Muchas mujeres usan la base de maquillaje prácticamente a diario y, aún así, este sigue siendo un producto de maquillaje que genera infinidad de dudas: cómo elegir el tono perfecto, si es mejor aplicarla con los dedos o con ayuda de un pincel o una brocha, si hay alguna fórmula infalible para que dure más tiempo… Todo con tal de lucir un acabado impoluto. Con estos sencillos pasos, parecerás maquillada por un maquillador profesional.
Encuentra el tono perfecto
A pesar de que suene obvio, aún hay muchas mujeres que no lucen el tono de maquillaje adecuado, que es aquel que se funde con la piel, ni más claro ni más oscuro. Para encontrar el matiz exacto no debes probar la base en el dorso de la mano o en la muñeca, sino que debes hacerlo en la zona de la mandíbula, para así encontrar la tonalidad o que case perfectamente con tu rostro y cuello. Además, es muy importante que sepas cuál es el subtono de tu piel para así elegir el color que más te favorezca: si tus venas son de color verdoso tu piel tendrá matices amarillos, por lo que es mejor que optes por una base más rosada; pero si tienes las venas azuladas (o tu piel tiende a enrojecerse, en general), es preferible que te quedes con una base de base amarilla.
Personaliza su acabado
Si buscas un acabado más sutil prueba a combinar tu crema hidratante habitual con tu base de maquillaje. Basta con que pongas un poco de cada productos en tus manos, los mezcles y apliques directamente con los dedos o con una brocha. Si quieres lucir un rostro más húmedo y jugoso, haz lo mismo con unas gotas de aceite facial o con un poquito del bálsamo Eight Hours de Elizabeth Arden. Y para un efecto luminoso mezcla tu base con un iluminador líquido.
¿Dedos o brocha?
Dependiendo del maquillador al que preguntes tendrás una respuesta u otra, pero en lo que sí coinciden todos es en la importancia de calentar y aplicar bien el producto. Para ello debes asegurarte de masajear la base de maquillaje en la piel con movimientos circulares y así para aumentar la circulación y calentar la fórmula, para que se fije adecuadamente en la piel y sea capaz de disimular los poros abiertos o las líneas de expresión. Y ten en cuenta que, si vas a escoger una bocha o pincel para extender el fondo de maquillaje, mejor que tenga las cerdas sintéticas, ya que con estas se desperdicia menos producto y se consigue un acabado más natural.
No olvides fijarla bien
Si tu piel es mixta o grasa será mejor que fijes el maquillaje con ayuda de unos polvos, aplicados en las zonas con más brillos de tu rostro, ya que si los posas en toda la cara solo conseguirás que esta parezca apagada. Pero si tu piel es normal o seca, puedes sustituir los polvos por una bruma facial, que no solo mantendrá el maquillaje inalterable por más tiempo, sino que también aportará un extra de hidratación a tu cutis.
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