Todos sabemos que el retinol y la vitamina C son los activo preferidos por dermatólogos y expertos de la piel para acabar con los signos más visibles de la edad, pero la coenzima Q no se queda atrás en la lucha contra el envejecimiento. Descubre todo lo que tienes que saber sobre este activo antioxidante, antiarrugas y antiinflamatorio.
Qué es
También conocida como ubiquinona o coenzima Q, “es una enzima que se produce naturalmente en el cuerpo, que se encuentra en cada célula y tejido. Mientras que un cuerpo joven puede producir tanta CoQ10 como necesita, el envejecimiento y el estrés pueden reducir estos niveles de la enzima. A medida que disminuye la cantidad de CoQ10 dentro del organismo la capacidad de las células para regenerarse y soportar el estrés disminuye”, explica Raquel González, directora de educación de Perricone MD. Es por eso que la bajada en CoQ10 se considera una de las señales biológicas más precisas del envejecimiento.
Para qué sirve
“Lleva asociadas una serie de funciones biológicas y ayuda a producir el 95% de la energía de la piel y del organismo, siendo vital para muchas de las reacciones químicas en las células y desempeñando un papel fundamental para hacer que la piel tenga un aspecto joven”, asegura Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8. Cunado los niveles de coenzima Q10 disminuyen a medida que envejecemos, se limita la capacidad de producir colágeno (este proporciona firmeza) y elastina (aporta felexibilidad). Además, esta sustancia “también ayuda a la piel actuando como un fuerte antioxidante, neutralizando los radicales libres dañinos que contribuyen al envejecimiento”, añade Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.
Cómo administrarla
“La encima Q10 está presente en casi todos los tejidos: en el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas está en concentraciones más altas, y en los pulmones en más bajas. Y, como es muy importante para optimizar la producción de energía celular hay que tenerla en consideración como suplemento”, afirma la doctora Aurora Rodríguez Huergo, médico estético en Carmen Navarro. La manera más habitual de tomarla es por vía oral, en forma de pastillas, geles o cápsulas. “Es absorbida por la grasa y la dosis de estos suplementos oscila entre 0,90 y 390 mg al día”, apunta la doctora.
En productos cosméticos “suele incorporarse a las fórmulas en bajas dosis (concentración inferior al 1%) por ser una ustancia funcional, al igual que la alantoína (allantoin)”, argumenta Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty. Y hasta ahora la coenzima Q10 se obtenía a través de una fermentación bacteriana, pero “gracias al nuevo proceso de fermentación natural con levadura que ha desarrollado Nivea, se obtiene una coenzima Q10 idéntica en estructura a la que produce la piel”, revela la dermatóloga María Segurado. De este modo, “esta nueva Q10 trabaja en armonía con los procesos biológicos naturales de la piel y garantiza un producto puro de alta calidad que combate de forma visible las líneas de expresión, las arrugas y la pérdida de firmeza”, concluye.
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