Brillo y volumen son las dos palabras claves para cualquier mujer cuando le preguntan por los deseos que tiene para su melena. La primera se consigue con hidratación y saneando las puntas, pero la segunda a veces no resulta tan fácil, sobre todo cuando se tiene un cabello fino y quebradizo.
Un pelo delgado y frágil puede ser causa de la genética, cambios hormonales, abuso de productos químicos y herramientas de calor, exceso de estrés o falta de vitaminas y minerales. Con estos consejos tan sencillos y naturales conseguirás que tu melena tenga un extra de volumen en poco tiempo.
Cuida tu alimentación
Al igual que ocurre con la piel, no solo tienes que cuidar tu cabello por fuera, sino que también tienes que hacerlo desde dentro, por lo que lo que comes es fundamental para que esté fuerte y con brillo.
Incluye proteínas en tus platos como carnes magras, huevos, pescado y queso, y si eres vegetariana aumenta el consumo de granos y vegetales. Las grasas de origen vegetal (aceite de oliva, nueces y aguacate) contienen ácido linoleico y vitaminas, claves para fortalecer el cabello. Y también puedes completar tu dieta con ácido fólico, biotina, magnesio y azufre, que son los nutrientes y minerales esenciales para lucir un cabello fuerte y tener un cuero cabelludo sano.
Y no te olvides de beber mucha agua para mantener tu melena hidratada. Dos litros u ocho vasos diarios es lo recomendado
Usa champús y aceites específicos
La cebolla es el ingrediente clave para fortalecer tu melena mientras la lavas. El mercado ofrece varios champús que la añaden en su lista de ingrediente, pero también hay otras fórmulas que contienen otros activos eficaces. Si prefieres hacer un ungüento casero para aplicártelo directamente en la cabeza, el ajo, la cebolla, la ortiga, el aguacate y el aceite de ricino son perfectos para estimular el crecimiento.
Además, también puedes aplicarte un aceite dos veces por semana, con un suave masaje en el cuero cabelludo, justo antes de lavarte la cabeza. Te recomendamos los aceites de castor, tomillo, coco, jojoba, almendra.
No te olvides de la mascarilla
Si tu pelo no está suave se enredará más y al cepillarlo corres el riesgo de romperlo con más facilidad. Por eso no debes olvidarte de aplicar acondicionador cada vez que lo laves y una mascarilla una vez a la semana.
Puedes preparar la tuya propia con huevo, que es una excelente fuente de proteínas y aloe vera, que tiene propiedades regenerativas que fortalecen el cabello fino. Tan solo tienes que mezclar ambos ingredientes en un bol, aplicarlos sobre el cabello después de aclarar el champú, dejarla actuar unos 15 minutos y, por último, enjuagar con agua tibia.
Mantente alejada de los químicos
Ingredientes químicos como colorantes, sulfatos, parabenos y siliconas agreden tu cabello y lo debilitan. Además, el abuso de secador, planchas o cualquier otra herramienta de peinado que desprenda calor hacen que tu pelo pierda proteínas; lo que se traduce en una melena opaco, quebradizo, fina y sin vida.
Sustituye la toalla normal por una de microfibra, que acorta significativamente el tiempo de secado, usa las herramientas de calor lo mínimo posible, elige productos lo más naturales posible y, si te tiñes el pelo, opta por tintes menos agresivos.
Evita el estrés
El estrés es malo para la mente, la piel, el peso y también para el cabello. De hecho, es uno de las principales factores que provoca la pérdida de densidad capilar. Si tu cabello es fino y encima estás sometida a mucho estrés, este se debilitará y caerá con más facilidad.
Intenta llevar una vida tranquila y encontrar tu momento de relax diario, con un baño de agua caliente, una sesión de meditación o unos minutos escuchando música relajante a la luz de las velas.
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