Todos los años la misma historia. Llega la Navidad y deseamos hacernos con un diseño de uñas a la altura de nuestras expectativas. Pero ya es demasiado tarde. Las manos son las eternas olvidadas y no solo porque el frío no ayude y no las sepamos hidratar correctamente. A esto le sumamos la onicofagia o lo que es lo mismo, el acto de morder las uñas de forma inconsciente y compulsiva. Un hábito generado por estrés y ansiedad que se puede controlar -además de con ayuda profesional si el problema persiste- con unos sencillos pasos beauty que van a hacer mucho por tus manos.
1. Mantén hidratada la uña (y la cutícula)
Las uñas no son las únicas descuidadas. También lo suelen estar las cutículas. Y se nos olvida la importante función que cumplen: evitan infecciones y ayudan al crecimiento normal de la uña. Su deshidratación provoca los conocidos padrastros que incitan a tirar de ellos y a moderlos provocando en el peor de los casos, graves heridas y la deformación de los dedos con el paso del tiempo.
La hidratación intensiva evita llegar a este límite y consigue un aspecto 100% sano y cuidado, sin inflamaciones ni rojeces. ¿Cómo? Con aceites ultra reparadores como el de almendra, el de onagra, el de jojoba, el de coco o el de argán. Además de otros ingredientes milagrosos como la vitamina E, la manteca de karité o el extracto de flor de azahar.
2. Opta por manicuras de larga duración
Parece que no pero conseguir una manicura perfecta ayuda a recordar cuál era el objetivo y a calmar las ansias de morder. Lo ideal es decantarse por esmaltados semi permanentes que mantienen las uñas intactas durante casi tres semanas, y sobre todo, no abandonar el proceso y ser constante. Ante esto, hay dos opciones: aprender a hacerlo de forma casera en casa con este paso a paso donde te explicamos todo lo que necesitas, o acudir a un centro estético .
3. Elige diseños cortos y ovalados
Y no lo decimos porque sean tendencia esta temporada, si no porque evitarás las habituales roturas de unas uñas frágiles y quebradizas, fortalecerás el crecimiento y no dejarás que la uña se clave en la clave como puede ocurrir con las formas cuadradas. Cuanto menos molesten, mejor.
4. Fortalece siempre que puedas
Entre esmaltado y esmaltado es importante realizar descansos para no desgastar por completo las capas de las uñas. En esos días, es importante volver a prepararlas con endurecedores que incentiven la reconstrucción natural de la uña
5. Utiliza productos que te faciliten la vida
Si ya nos cuesta cuidar y alargar la vida de nuestra manicura, mejor ni hablar de encontrar el momento para retirarla con los dichosos quitaesmaltes. Por suerte, la industria beauty se ha puesto las pilas y ofrece tratamientos como el peel off nails. Se trata de una prebase para las uñas que se aplica antes del color y que hace que puedas retirar el esmalte como si fuese una pegatina en menos de cinco minutos.
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