Olivia de Borbón: "Tengo que estar bien, porque tengo la suerte de tener a mis dos hijos, mi gran alegría"

En apenas un mes, Olivia de Borbón ha perdido a su hermana Cristina y a su madre, Beatriz von Hardenberg, exduquesa de Sevilla y una de las mujeres más singulares de la vida social de los 80. Refugiada en su casa de Marbella donde vive junto a su marido, Julián Porras-Figueroa, y sus dos hijos, hoy Olivia intenta sanar las heridas del alma que le han dejado estas ausencias, agravadas por la situación que estamos viviendo. Lo que no ha perdido es la dulzura y la generosidad al abrir su corazón para nuestros lectores.

Hoy Corazón Despedir a dos seres tan queridos y encima en esta situación es algo que no quiero ni imaginar.

Olivia de Borbón Es una situación muy rara. Si no fuera por mi marido y mis hijos… Mi hermana falleció el 13 de febrero y mi madre el 14 de marzo y no puedo ni decir cómo estoy. Mi suerte es que tengo a mis dos hijos conmigo y tengo que estar bien, ya que hoy son mi gran alegría.

H.C. Su padre vive en Marbella, igual que usted y su hermano. Eso hará más fácil el contacto.

O.B. Bueno nos comunicamos por videollamadas ya que su edad es factor de riesgo. Estos días pasados hemos estado muy asustados porque mi hermano, al día siguiente de morir nuestra madre, consiguió que por fin le hicieran la prueba y dio positivo en coronavirus. He estado paralizada solo de imaginar que mi padre pudiera tenerlo, pero ya han pasado los días y ahora estamos tranquilos porque no tiene síntomas. Ha sido todo horrible. Mi hermano, a pesar de la neumonía que ha pasado, se negó a ingresarse porque tenía el trauma de haber estado en el hospital con mi madre. Como se quedó con su máquina de oxígeno, optó por pasarlo en su casa y por suerte ha podido superarlo. Todos somos víctimas de lo que está pasando. No tengo ni las cenizas de mi madre ni el certificado de defunción, sigo pagando su teléfono, creo que sus impuestos… y a eso añade la crueldad de no tener ni siquiera test para saber si éramos portadores. Al menos tuve la fortuna de estar a su lado cuando falleció. En ese sentido, me siento una privilegiada frente a las miles de personas que no pueden despedirse de sus seres queridos. Cuando esto acabe, mucha gente en España tendrá muertos a lo que llorar y mucha burocracia por delante.

H.C. Su madre fue una mujer muy original en una España que casi era en blanco y negro. ¿Qué destacaría de ella?

O.B. Era una mujer mágica y muy generosa, además de tremendamente familiar. Fue una visionaria incomprendida en una sociedad más cerrada. En la moda apostó por diseñadores nuevos y era muy original.

H.C. ¿De dónde le vino esa pasión que tenía por las ranas?

O.B. De joven le regalaron unas figuritas de sal y pimienta y allí comenzó una colección enorme. Le mandaban cosas con ranas de todo tipo.

H.C. La última vez que la entrevisté fue en su casa de Las Matas (Madrid). ¿La mantienen?

O.B. Sí. Allí tenía un jardín precioso lleno de animales- Vivía en Marbella desde hacía dos años aunque solía ir a Madrid una vez al mes para controlar que todo estaba bien cuidado. Tuvo hasta cerdos vietnamitas además de perros, gatos, aves…

H.C. ¿Por qué cree que no rehízo su vida?

O.B. Pienso que antepuso sus hijos a cualquier posible pareja. Me hubiera encantado que hubiera tenido una relación, pero creo que no llegó la persona adecuada. Siempre tuvo muy buena relación con mi padre y en ese sentido nunca hemos tenido ningún trauma por su divorcio. Los dos pasaban con nosotros los cumpleaños y las fiestas familiares. Ellos no cuajaron como matrimonio pero eso no supuso que no cuidaran de la familia.

H.C. ¿Qué le gustaría heredar de su madre?

O.B. Me gustaría seguir con sus tradiciones ya que tenía costumbres familiares que pienso mantener. Como celebrar la Pascua como si fuéramos niños y con la magia que ponía en todo.

H.C. ¿A quién se aferra para superar esta situación?

O.B. A mi marido y a mis hijos y, por supuesto, a mi padre y mi hermano aunque ahora sea a distancia.

H.C. Su marido, Julián Porras-Figueroa, está siempre a su lado en los momentos complicados.

O.B. Julián es la persona que me lleva hacia adelante. Es quien me recuerda todo lo bueno que tengo, quien me anima, me da aliento y me traslada a recuerdos bonitos.

H.C. Sé que es lo más doloroso, pero ¿qué podríamos recordar de su hermana Cristina?

O.B. Siempre tuve celos de ella porque cuando aparecía iluminaba cualquier momento. Era especial. Para ella lo primero era la familia y de ahí que se convirtiera en el nexo de todos. Cristina era también mi mejor amiga.

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