Esto es lo que tienes que hacer para recuperar tus uñas después de la manicura de gel

Desde que las manicuras de todo tipo se han puesto de moda, las uñas permanentes y de gel se han vuelto imprescindibles de la belleza para conseguir uñas largas pero súper naturales, en las que poder hacer realidad todas las creaciones en materia de manicura. Pero, a pesar de que hacen nuestras manos mucho más bonitas, también tienen una cara b y es que nuestra uña natural a la que sea adhieren y que queda por debajo, después de quitarlas está mucho más débil, se rompen con facilidad, de astillan y ablandan. Sobre todo si no se quitan de la forma correcta y especialmente ahora, que la cuarentena nos ha pillado con las uñas puestas y crecidas y más de una se ha atrevido a quitárselas en casa.

Pero aunque parezca que están hechas un completo desastre y que mejor hubiera sido dejarlas crecer hasta el infinito y más allá, no está todo perdido. Y es que se pueden recuperar antes de que la situación vaya a más y suframos molestias.

Claves para recuperar las uñas

No hará falta salir de casa para reparar el daño creado por las uñas de gel. Recuperar la salud de nuestras uñas depende de establecer una buena rutina de cuidado de esta zona, al igual que hacemos con el rostro.

Corta y lima las uñas

La uña, después de retirar la de gel, aparece mucho más blanda y fina y con el filo desigual. Por eso, para evitar roturas, lo mejor será cortarla y limarla a ras del dedo. Así, conseguiremos que esta, además, crezca más sana.

Vaselina y aceite

Se recomienda no utilizar jabones o cremas que, por eficaces que sean, pueden debilitar también la uña y la piel de alrededor por su propia fuerza. Cámbialos por la vaselina pura. Esta devolverá la hidratación a la uña y también a la cutícula. Pon un poco sobre cada uña, cubriendo también la piel de alrededor, de la primera falange y envuélvela en un guante para dejarla actuar durante la noche.

Si lo prefieres, también puedes apostar por tratamientos hidratantes específicos para uñas, que contienen aceites reparadores, con lo que las ayudan a regenerarse. Las astillas y pellejos desaparecen y esta recupera el brillo.

Además, el efecto de la vaselina o de las cremas reparadoras se completa con los aceites para cutículas, que aportan brillo y nutren la uña.

Endurecedor

El endurecedor es la parte esencial de todo el proceso. Este las hará recuperar grosor y dureza, como su propio nombre indica, pero también las protegerá de los golpes sin que estas sufran daños fácilmente. Los expertos recomiendan, sobre todo, elegir aquellos que además estén formulados con ingredientes como la queratina, que se encuentra de forma natural en las uñas y es la encargada de protegerlas y darles la fuerza.

Déjalas al natural

A pesar de que es un falso mito aquello de que hay que descansar entre manicuras, lo cierto es que los esmaltes debilitan la queratina, por lo que lo mejor será, después de las uñas de gel, pasar un periodo con las uñas sin pintar o solo cubiertas por una base.




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