Aunque ahora cueste creerlo, hubo un tiempo en el que las películas de superhéroes no eran una prioridad en Hollywood. Salvo contadas excepciones, las películas basadas en cómics tenían un éxito moderado. De ahí que Quentin Tarantino no pudiese rodar nunca un filme que ahora cualquier estudio mataría por tener en sus proyectos: su personal adaptación de las aventuras de Luke Cage.
Así lo ha revelado el director durante una entrevista en el podcast de Amy Schumer, donde ha explicado que antes de rodar Pulp Fiction tenía decidido rodar un filme de este famoso personaje de Marvel protagonizado por Lawrence Fishburne.
“Todo esto ocurrió antes de que estallara toda la mierda de Marvel, justo después de Reservoir Dogs”, aclaró Tarantino, que no ha querido dar su opinión sobre la serie que recientemente ha producido Netflix dedicada a este personaje.
“Crecí siendo un gran lector de cómics. Tenía una colección enorme. Pero mis amigos a los que también les gustaba este tipo de tebeos me disuadieron de meterme en este proyecto”, continuó explicando.
“Ellos no veían nada claro que pensara que Lawrence Fishburne era el actor ideal para interpretar a Luke Cage. Preferían que le ofreciera el papel a Wesley Snipes. Y aunque a mí me cae bien Wesley, Fishburne para mí es como Marlon Brando. Era el hombre perfecto para este personaje”, declaró.
“Pero mis amigos insistían en que no lo hiciera así. Que el personaje requería a alguien que estuviera muy en forma y Fishburne tendría que ponerse a entrenar mientras que Snipes tenía ya el físico perfecto. Y me dieron tanto la lata que al final les mandé a la mierda. Eso no me parecía tan importante, pero me arruinaron las ganas que tenía de rodar esa película”, concluyó.
Aunque bueno, deberíamos darles las gracias a esos colegas tan pesados. Gracias a sus críticas Tarantino decidió centrarse en rodar otra película: Pulp Fiction. El resto es historia.
Fuente: Leer Artículo Completo