Doble secuestro; \u2018Inadina Ask\u2019

Cinar y Yalin mantienen a sus amadas junto a ellos en una de las casas de la familia Aras para evitar que alguien les haga daño, tras las últimas amenazas recibidas contra ellas. Defne y su cuñada se encuentran hartas de su encierro y roban uno de los coches para hacer una escapada hasta el pueblo. Cuando están a punto de llegar, un automóvil les corta el paso y se baja un hombre. Es iblis, el matón de Cetil. El delincuente, después de luchar con ambas, consigue dormirlas y secuestrarlas. Horas más tarde, las dos mujeres despiertan maniatadas y algo confusas en un lugar que no conocen. “Tengo miedo de lo que nos hagan ahora. No quiero ni pensarlo”, se lamenta Yesim.

Lejos de allí, Ezgi se presenta en casa de Deniz para arreglar las cosas con él. La pareja se ha distanciado por los celos de ella y ahora la muchacha quiere cambiar de actitud: “Me he dado cuenta de que para seguir adelante con esta relación debo confiar en ti plenamente y te prometo que lo haré”. Él se muestra encantado con sus palabras y pide a su novia que se quede un rato para charlar. “Voy a por unos vasos de limonada, quiero que estés a gusto y cómoda. Vuelvo en un segundo”, asegura el anfitrión. Justo en ese instante, llega al móvil del empresario un mensaje de Damla, una de las empleadas de la compañía. La enfermera vuelve a pensar que está siéndole infiel con otra persona.

Al día siguiente, Toprak se reúne en su oficina con dos agentes de policía que están a cargo de la detención de Cetil. Los oficiales no llegan con buenas noticias: “No hemos encontrado ninguna pista de dónde puede estar escondido ese criminal. Nos llevará tiempo apresarlo”.

En ese momento, Leyla, que lo ha escuchado todo, aparece por la puerta. La mujer entra en la estancia muy asustada, pues teme que algo malo le pueda suceder a alguno de sus familiares: “Ese desgraciado es capaz de cualquier cosa por conseguir lo que quiere”. Su esposo intenta tranquilizarla nuevamente: “Yo estoy al frente de este operativo y te juro, amor mío, que le pararemos los pies”.

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