Rappel y Esperanza Gracia nos cuentan cómo se enfrenta la astrología al coronavirus: “Nos han cambiado el futuro”

Todo está del revés. Incluso el universo de la astrología y el zodiaco, ese lugar amable al que la mayoría acude para entretenerse, para liberar preocupaciones o incluso para activar el diálogo con una misma. Aunque los planetas siguen (y seguirán) girando, nosotros nos hemos parado por completo. Y eso que ya hubo quien predijo esta pandemia del coronavirus, según algunos exploradores de lo pop largamente anunciada. Existe un vídeo de un monje advirtiendo de ella un 13 de marzo de 2013, desde la mismísima Plaza de San Pedro, en Roma. Está el bestseller de Dean Koontz “Los ojos de la oscuridad”, publicado nada menos que en 1981. Y, por supuesto, está ese clip viral de Aramís Fuster datado en 2009, en el que dice lo siguiente (perdón por la incómoda transcripción literal): “He viajado en el tiempo y va a haber una hecatombe importante a nivel mundial. Pero tengo que advertir una cosa: España es uno de los países, sino el país, que, aunque sea muy pequeño, genera tanta energía negativa que no diré que va a tener la culpa, pero sí que va a contribuir en un 95%”.

¿Qué esperamos de los intérpretes del destino justamente ahora, confinadas obligatoriamente para la contención del coronavirus? Rappel y Esperanza Gracia, los dos referentes de la astrología nacional, viven este momento como la mayoría: con inquietud. Y cada uno apoyando a su manera a quienes, por cualquier razón, encuentran un alivio en los astros. “No tengo consultas presenciales, así que solo puedo valerme de los horóscopos para trasladar un poco de serenidad y de luz”, nos cuenta Esperanza Gracia. “Hubo un momento en el que me planteé no hacer los horóscopos y simplemente decir ‘Aries, quédate en casa. Tauro, quédate en casa. Géminis, quédate en casa’. Pero los tuiteros me disuadieron para que siguiera y, aunque obviamente no me los invento, he intentado reorientarlos, poniendo el foco en cualidades concretas de cada signo”.

–¿Tú qué horóscopo eres?, pregunta la astróloga.

–Leo

–Leo es la generosidad, pero no admite órdenes. Tiene que trabajarse esa parte suya para que, cuando salgamos, tenga unos recursos mayores para una supervivencia mejor en los tiempos difíciles que se avecinan.

–Recomiendas enfocarse en un trabajo interior.

–Ahora mismo estamos muy abiertos a que nos toquen las teclas para que cambiemos el concepto que tenemos de la vida. Tenemos que prepararnos para lo que viene, que es un mundo totalmente diferente. Leo ya no puede ser el rey del zodiaco, tiene que ser el rey del zodíaco ayudando a los demás. Porque tiene fuerza para hacerlo. Pero eso no se lo puedo decir a Piscis, que ya se pasa la vida ayudando a todo el mundo. Piscis se tiene que preocupar de él.

En su cuenta de Twitter, Esperanza Gracia alterna las bromas con mensajes inspiradores. “Intento hacer reír, poner algo que alivie un poco esta oscuridad tan tremenda que estamos viviendo”, explica. “También digo que si alguien tiene ganas de llorar, que llore. Que deje aflorar las emociones. Y que no nos preocupemos ahora por el futuro. Tenemos que vivir el presente, ‘carpe diem’, porque el futuro nos lo han cambiado. El futuro nos lo han cambiado. Se nos ha ido de las manos”.

Los astros anunciaban cambios, pero la astróloga no pensó que fueran a encarnarse en este virus. “Desde diciembre los astros estaban poderosos. Había una concentración planetaria muy fuerte en Capricornio que siempre ha anunciado cosas raras. Pero como soy muy positiva, pensé que sería un momento de transformación. Y vaya si lo es. Estamos destruyendo el planeta y el planeta nos está respondiendo”.

Al otro lado de la línea telefónica, el estado de ánimo de Rappel es otro. Lleva días al pie del cañón de su teléfono, atendiendo sin parar las llamadas de amigos y conocidos que le solicitan un presagio esperanzador, una palabra de buena suerte o, sencillamente, un poco de empatía. “No sabes lo que es esto. Estamos todos en un estado de extremo nerviosismo. Al final del día siento como una angustia… Porque hay verdaderas tragedias. Hay quien me llama llorando y acabo llorando con ellos, qué voy a hacer. Qué más quisiera yo que ver la solución, pero no puedo. Intento traspasar un poco de ilusión, de esperanza, porque si dios quiere vamos a salir de esto. Pero ayudándonos unos a otros todo lo que podamos”.

El adivino y astrólogo lleva tres semanas confinado en su casa, ya que tuvo una neumonía grave y es persona de riesgo. “Tengo mucho miedo, la verdad. Aunque he aprovechado estos días para escribir un libro en el que estoy trabajando, con semblanzas, recuerdos y anécdotas sobre los personajes de la historia de España y del mundo que he tenido el honor de tratar. Ya está casi terminado y los beneficios irán para el padre Ángel (el fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz)”.

La popularidad de Rappel es tal, que hoy mismo ha grabado varios vídeos para enviar a residencias de ancianos y a un convento de monjas de clausura. “Me llama una enfermera para pedirle un favor, y cómo no se lo voy a hacer…. Mi teléfono no para de sonar y, lógicamente, atiendo y de una forma desinteresada. Ahora más que nunca tengo que estar al servicio de la gente, de tratar de darles un poco de luz. Es un momento de ayuda nacional. Hago una tirada rápida de tarot, miro el horóscopo pero, honestamente te digo, ya no es tanto lo que digan las cartas, sino que trato de hablarles desde el sentido común y la humanidad«.

«Jamás había vivido una situación como esta», continúa. «Me llama tanta gente, también gente mayor que me dice: ‘Rappel, podrías ser mi hijo’, gente que se siente sola… ¿Cómo no las voy a ayudar? Seré imbécil pero me conmueven y me echo a llorar con ellos y les digo que enciendan una vela blanca o que pongan una macetita con una flor blanca en el balcón para pedir a sus seres de luz… Solo nos queda la fe y estoy seguro de que las personas que se han ido nos están ayudando desde el más allá”.

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