Un coraz\u00f3n destrozado; \u2018Hercai\u2019

QUÉ HA PASADO

  • Yaren delata a su prima.
  • Sultán regaña a Gönül.
  • Miran y Reyyan se casan.

    Sin poder olvidar las dolorosas palabras de Reyyan, Hazar regresa a casa y se las reproduce a Zhera cuando le pregunta por su hija: “No ha querido venir, ha dicho que se ha casado con Miran porque ese es su deseo y que quiere permanecer a su lado”. La mujer se niega a creerlo y sale a la calle gritando su nombre, pero acaba derrumbándose y llorando ante Nigar y Melike, que no hallan el modo de consolarla. Nasud, fuera de sí, habla con su hijo: “Esa desgraciada nos ha traicionado. Ahora es nuestra enemiga. Te prohíbo que vuelvas a buscarla”.

    Yaren también está devastada pues sigue obsesionada con Miran y llama a Azat para informarle de lo ocurrido, pero Handan la sorprende y le arrebata el teléfono. Después de mentir a su hijo asegurándole que solo querían saber cómo estaba, cuelga y castiga a la muchacha: “Pretendías provocar a tu hermano para que regresara. Estás loca, así solo lo pones en peligro. Permanecerás encerrada hasta que entres en razón”. El chico, que está en casa de su abuelo materno con Yaner, le comenta lo extraño del asunto y llama a su tío para preguntarle si ha ocurrido algo con Reyyan. Hazar le miente para protegerlo y le asegura que todo está bien.

    Lo que puede provocar una llamada de teléfono

    Miran encuentra a Reyyan llorando en su cuarto viendo fotos de sus padres y le promete que hará todo lo posible por acabar con su tristeza: “Sé que esto es muy difícil, pero estoy dispuesto a todo por poner una sonrisa en ese rostro tan bello. Tu familia se acostumbrará a esta nueva situación”.

    La conversación se ve interrumpida por Azat, quien finalmente ha decidido telefonear a su prima. Aunque esta no descuelga, Miran sufre un ataque de celos y tira sin querer té sobre su vestido. Mientras trata de limpiarlo y le pide perdón, ella le suplica que se controle: “Ya estoy casada contigo, él también debe hacerse a la idea”.

    Arrepentido por su arrebato, el joven Aslanbey sale de la habitación en busca de Esma, a quien ordena que pida ropa a Elif para que se la preste a su esposa. La sirvienta no puede en ese momento y le hace el encargo a Sehiriyar.


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