Saltar a la palestra tiene sus peligros. Es cierto que la fama reporta beneficios y que Rocío Flores está ‘haciendo hucha’ desde que decidiera defender a su padre en el plató de ‘GH VIP 7’ y su posterior fichaje por ‘Supervivientes’ (su peor pelea en lo que va de concurso). Pero puede que ponerse debajo de los focos le cueste más de un disgusto.
No nos referimos solo a la publicación de esa sentencia que demostraría por qué su madre lleva ochos años sin querer saber nada de ella, sino que puede que su relación sentimental, la que mantiene con Manuel Bedmar, no sea tan idílica como nos lleva vendiendo en las redes sociales más de un año.
Lo decimos porque una presunta amante de este ha concedido unas declaraciones a ‘Sálvame’ que podrían suponer el principio del fin. O, al menos, sembrar las dudas entre ellos. Como decimos, siempre y cuando el testimonio de esta joven sea real, que ya sabemos la cantidad de testimonios que han salido en televisión para sacar tajada asociándose a un famoso.
Llegamos a quedar dos veces»
«Me pidió el Instagram, se lo di y nos empezamos a hablar por ahí, y todo muy bien, yo sabía que tenía novia pero no sabía quién era», comenzaba contando en la tarde de ayer cómo fue ese primer contacto. «Empezamos a hablar, todo superbien, me hablaba todos los días, hacíamos incluso videollamadas, muy bien. Llegamos a quedar dos veces», continúa antes de sentenciar que solo hubo besos entre ellos.
Manuel, que lleva tres años de relación con Flores, no ha querido manifestarse al respecto. Sí lo ha hecho su suegro, Antonio David, que en el mismo programa donde se producía la acusación aseguraba que su yerno le había dicho que todo lo que estaba contando esta chica era mentira.
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