Vivimos un momento en el que la calidad prima por encima de la cantidad y en el que las firmas y los que aman la moda se están animando por apostar por prendas atemporales que huyen de las tendencias.
Hemos visto cómo Adolfo Domínguez, de la mano de la campaña ‘Ropa Vieja’, refuerza su compromiso con un nuevo modelo de consumo que pone en valor la durabilidad de la ropa al recuperar y retratar en su última campaña 29 prendas de la firma con entre 20 y 40 años de antigüedad. El que eventos como los premios BAFTA invitaran a los asistentes a apostar por diseños vintage o a repetir incluso vestidos lucidos en otros eventos de forma previa, (una invitación que no se materializó en el festival pero que sí triunfó en los premios Oscar de este año), ha dejado claro que la industria está cada vez más dispuesta a apostar por un mundo en el que el fast fashion eche el freno.
Precisamente es en este marco en el que tenemos que hablar del príncipe Carlos, que lleva más de tres décadas apostando de forma incesante por dos abrigos. Es mundialmente conocido su compromiso medioambiental, ese por el cual no cambia de modelo habitualmente, y por ello su abrigo de tweed favorito, diseñado en Anderson & Sheppard, una de las sastrerías más exquisitas del Reino Unido, se ha convertido en uno de sus abrigos más repetidos. Este diseño fue diseñado el 8 de agosto de 1985 por el sastre Dennis Halberry, y la sastrería de la que procede es tan prestigiosa que el mismísimo Alexander McQueen alabó el patronaje que ahí prima y que descubrió cuando de adolescente comenzó su formación en sus talleres.
El príncipe Carlos es conocido por ordenar que sus prendas se arreglen o se renueven con el fin de evitar comprar nuevos diseños, un gesto que demuestra el compromiso sostenible que defiende. De hecho, tal es el cariño que le tiene al segundo abrigo que da forma a su fondo de armario que se encargó de darle una segunda vida a su abrigo camel arreglando el cuello del mismo. Hablamos ahora de un diseño camel de doble botonadura confeccionado por el sastre Steven Hitchcock, cuyo trabajo se vincula al armario de Carlos de Inglaterra desde que se atreviera a ofrecer sus servicios a uno de los guardias que se encontraba a las puertas del palacio de St. James. «Dejé una nota ofreciendo mis servicios y el aparcacoches me llamó”, explica el sastre a ‘The Telegraph’.
“Estoy feliz de ver que sigue llevando el abrigo que le hice en 2001”, explica el propio Steven, que asegura sentirse honrado de que el príncipe Carlos apostara por él cuando su carrera como sastre se encontraba aún en una etapa muy reciente. Carlos de Inglaterra luce su abrigo camel para viajes fuera de Londres y el modelo de tweed para visitar el campo.
Lo que queda claro al examinar de cerca el armario del príncipe Carlos es que aunque por supuesto el que Joaquin Phoenix haya apostado por el mismo traje de Stella McCartney a lo largo de su interminable periplo de entregas de premios es un gesto loable que ha de ser aplaudido, no podemos olvidar que Carlos de Inglaterra lleva tres décadas apostando por la sostenibilidad, por lo que no hemos querido dejar pasar la oportunidad de recordarlo.
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