Los duques de Sussex llegaban ayer a Sudáfrica para iniciar su gira por el país africano acompañados por el pequeño Archie. Un viaje muy especial, pues es el primero que hacen como familia de tres, y en el que estará muy presente la figura de Diana de Gales, con distintos actos que honrarán su legado.
Si para su primer acto, la recepción de bienvenida, Meghan se decantó por un vestido low-cost de estampado étnico y de origen local que se agotó en apenas unos minutos, para el segundo recuperó un diseño de su armario premamá que no ha dejado de sorprender. Se trata de un vestido azul camisero de Veronica Beard con lazo en la cintura y pequeñas aberturas en el bajo de la falda que Meghan lució en su visita a Tonga durante su gira por Oceanía. Un look que combinó con las alpargatas negras de cuña de Castañer que había lucido en el primer acto del día.
La elección de este vestido por parte de Meghan Markle es toda una declaración de intenciones, pues desde un primer momento no ha tratado de lucir perfecta nada más dar a luz y no tiene inconveniente en vestir, varios meses después del parto, uno de los vestidos que llevó en los primeros meses de embarazo. Lejos de la obsesión de otras celebrities, la duquesa de Sussex no ha tenido reparos en mostrar que el cuerpo necesita tiempo para recuperarse tras un embarazo y fueron muchos los que aplaudieron su look cuando presentó a Archie en el castillo de Windsor tras su nacimiento. En aquella ocasión, Meghan escogió un vestido-esmoquin en blanco que dejaba ver que la duquesa todavía no había recuperado su figura. ¿Volveremos a ver a Meghan recuperando otra prenda de su armario premamá?
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