Los problemas de la realeza británica con la prensa se remontan a tiempos anteriores incluso a la princesa Diana, aunque ella es el mejor ejemplo para ilustrar esa tensa relación. Ahora, su hijo Harry y Meghan Markle han sufrido de una forma parecida el acoso que sufrió Lady Di hasta el punto de animarlos a abandonar su puesto como miembros de la familia real.
Aunque son mucho más diplomáticos y han aprendido a jugar con la prensa a su favor, Kate y Guillermo no le dan a los paparazzi todo lo que quieren. Según un corresponsal especializado en realeza, la pareja tiene un truco para lidiar con el acoso de los paparazzi evitando que obtengan buenas imágenes de ellos –o al menos no las que los fotógrafos buscan–. Estamos más que acostumbrados a las imágenes de ambos hablando, mirando hacia otro lado e incluso riendo; pero nunca miran a la cámara. Ahí está la clave.
En esta actitud ha podido influir la experiencia en el pasado de Guillermo y Harry. Así lo confirmaba hace un par de años un fotógrafo acostumbrado a trabajar con diferentes familias de la realeza europea, Tim Rooke. “Los royals más jóvenes son un poco distantes con los fotógrafos”, confesaba en el portal de noticias news.com.au. Algo que según él mismo estaría directamente relacionado, en el caso de Harry y Guillermo, con la relación que tuvo la princesa Diana con los medios. “Lo que pasó con su madre obviamente afectó a su relación con la prensa”. Aunque también confiesa que en los últimos años sus actitudes han cambiado y se han relajado.
El fotógrafo apuntaba que la relación de Kate y Guillermo –los miembros de su familia más expuestos a las cámaras a diario– con los fotógrafos es muy diferente a la del resto de realeza europea. “La familia real británica no suele posar delante de un fotógrafo profesional –excepto en retratos oficiales organizados por ellos mismos–, mientras que la familia real noruega o la sueca siempre que salen de un evento posan delante de las cámaras”. Algo que también hace la realeza española. Es habitual ver a Letizia y a Felipe pararse delante de las cámaras junto a otros representantes oficiales en los diferentes actos públicos a los que asisten, tanto en el interior, como en el exterior de los mismos. Incluso posan ellos solos en algunas ocasiones.
Sin embargo, esta es una norma que los duques de Cambridge se han visto obligados a romper en alguna ocasión. Suele pasar cuando coinciden en actos públicos con otras monarquías “porque si los miembros de la realeza con los que van se paran, ellos también lo tienen que hacer”, explicaba Tim Rooke. Ya lo sabemos todo. La próxima vez que veamos una foto de Kate y Guillermo no la miraremos con los mismos ojos.
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