Rick Owens y Michèle Lamy se conocieron mucho antes de que el diseñador se convirtiera en todo un fenómeno y de que juntos formaran una de las parejas de la moda más interesantes. Ya les unía el gusto por la estética gótica y gracias a eso, la firma comenzó lentamente su despegue. Podríamos decir que Michèle Lamy se convirtió en su mejor embajadora. Hoy, más de 15 años después es su particular musa y participa del proceso creativo de la firma.
Durante los desfiles se sienta en primera fila y es habitual confundirla con el cásting de modelos por su estética. Desde hace años parece que se ha mimetizado con alguna especie de chamán o mujer ancestral especializada en conjuros y rituales esotéricos. Las prendas de Rick Owens son por supuesto la base de su estilismo y el maquillaje negro en la punta de los dedos, los ojos muy marcados y símbolos en la frente, el remate definitivo. Ayer le sumó a todo este vestuario un accesorio del que resultaba imposible apartar la vista: mientras presenciaba el desfile para el invierno que viene de la firma, reposaba sobre su regazo una perfecta réplica de la cabeza de Rick Owens, con su pelo lacio y largo incluido.
Era como si Lamy hubiera ido un paso más allá y hubiera llevado a cabo las prácticas de las artes oscuras pero, tal y como confesó ella misma a Vogue, únicamente se trataba de un bolso: “¡es un bolso! Tiene todo lo que necesito, mi teléfono, dinero y cigarros”, contaba.
Es cierto que esto ya no es algo nuevo. Fue Gucci en su desfile celebrado en febrero de 2018 el que nos dejó boquiabiertos al replicar la cabeza de algunos de sus modelos con un realismo tal que el efecto era realmente perturbador. Poco después, Jared Leto, uno de los musos de Alessandro Michelle, quien llevó su propia réplica a la Gala MET. Leto se convirtió en el protagonista de la noche y todos los invitados quisieron hacerse fotos con él o, simplemente, con su cabeza. Un efecto parecido es el que provocó ayer el ‘bolso-cabeza’ de Michèle Lamy, incluyendo al dueño de la cabeza.
Lo que quizá creó ayer Lamy fue una nueva y alocada tendencia, la de encargar una cabeza de tu pareja, madre o mejor amiga para llevarla siempre contigo. Quién sabe si estamos ante la última locura fashionista o si solo alguien como Lamy es capaz de llevarla a cabo.
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