Para toda una generación, uno de los grandes clásicos que se emitían en la televisión, una y otra vez, era el de ‘Cariño he encogido a los niños’. Una cinta que Disney pretende rescatar ahora, cuando se cumplen 31 años de su estreno, pero con ciertas modificaciones adaptadas a la vida moderna.
La noticia de este ‘reboot’ ha provocado que nos preguntemos por uno de sus protagonistas, el actor Rick Moranis, que daba vida al personaje que, como indicaba el título de la cinta, empequeñecía a sus propios hijos con uno de sus inventos. ¿Qué fue de él? Porque no hay ni rastro de Rick desde hace años. Muchos años.
Concretamente, 24. Ahora, con su vuelta a escena tras casi un cuarto de siglo, vuelve a la actualidad el motivo que provocó que su carrera en el séptimo arte se truncara. Fue la muerte de su mujer, en 1996, la que provocó que desapareciera por completo. Ann Belsky, diseñadora de vestuario, fallecía en 1991 tras perder la batalla contra el cáncer.
Tras un tiempo compaginando su faceta profesional con la personal, finalmente decidía echarse a un lado para dedicarse en cuerpo y alma a la crianza de sus hijos. Era en 2015, en un reportaje en ‘The Hollywood Reporter’ donde declaraba: «Me tomé un descanso que se transformó en un descanso un poco más largo».
Me tomé un descanso que se transformó en un descanso un poco más largo»
«Pero no era que no estuviese interesado en nada, estaba interesado en lo que encontraba interesante y seguía aceptando algunos ofrecimientos de cine y televisión, si es que cuadraban con mis intereses. Este tipo de cosas pasa todo el tiempo. La gente hace ajustes en su vida, se cambia de carreras y se muda a otra ciudad. Eso es todo lo que hice», añadía Moranis, que ahora volverá a dar vida a Wayne Szalinski.
Y eso que en 2016, en una entrevista, y ante la posibilidad de que saliera adelante un proyecto que hoy está más cerca de concretarse, esa vuelta de la cinta renovada, él se pronunció en otros términos: «Les deseo lo mejor en el estreno de la película. Espero que les vaya muy bien. Pero para mí no tenía sentido volver a mi papel. ¿Por qué haría un día de rodaje de algo que ya hice hace 30 años?«.
Está en su derecho de cambiar de opinión. Y lo que es mejor, puede que tenga una de esas segundas oportunidades que, en más de una ocasión, ha dado la industria del celuloide.
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