Con una falda de zíngara, la piel dorada, el pelo suelto y la sonrisa a flor de piel, se presenta Arantxa en un lugar paradisíaco, La fábrica de hielo, uno de los lugares más bonitos de Marbella, donde pasa sus vacaciones y donde se mueve con la soltura que le dan sus muchos años de pasarela y alfombra roja.
Acostumbrada a los focos, Arantxa asume con toda naturalidad el interés que despierta allí por donde va. Saltó a la fama presentando varios programas musicales en TVE, así como por su boda con Guti, uno de los mejores futbolistas del Real Madrid de finales de los 90 y principios de 2000, de quien se divorció diez años después de la boda, todo un acontecimiento social el 22 de junio de 1999.
De aquella unión le quedan dos hijos: Zaira (19 años) y Aitor (17 años), a los que ha consagrado su vida y su trabajo para sacarles adelante y educarles en los valores que a ella le inculcaron sus padres. En esta entrevista con la presentadora madrileña, hablamos de su trabajo, de los amores de su vida, sus dos hijos, y, por supuesto, del amor, el motor de su vida.
Arantxa, cualquiera diría que ha hecho un pacto con el diablo.
¡Qué dices!, pacto ninguno, lo que soy es una mujer que vive el día a día, y eso que voy a cumplir 50 en noviembre, o sea que todavía no los tengo. Soy la típica Escorpio.
Un signo de fuerte personalidad.
Es cierto que tengo mucho carácter, porque de los Escorpio lo que más destaca es la pasión, la fuerza, y yo reconozco que he sido y soy muy apasionada, y eso forma parte de mi personalidad.
¿Le preocupa la edad?
Todo lo contrario, tengo que agradecerle a la vida muchas cosas, aunque el tiempo pasa demasiado rápido: a partir de los 30, corre tan de prisa que a veces no te das cuenta y ya estás a punto de cumplir los 50. Llegas al ecuador de la vida sin darte cuenta.
¿No cree que la edad está en la cabeza y no en el DNI?
Y en el corazón, porque cuando tú unes la cabeza con el corazón, la mezcla te proporciona la armonía perfecta. Yo soy el complemento de ambas cosas, porque en mi vida unas veces ha mandado el corazón y otras he tenido que poner la cabeza para encontrar la armonía, que no es fácil.
“Lo más complicado tras el divorcio fue la educación de mis hijos, por ser una familia monoparental y no tener mucha ayuda de la otra parte…”
Como madre, ¿qué balance haría?
Es de las cosas más complicadas que nos ha tocado a las mujeres, sobre todo cuando tus hijos están en ese período de la adolescencia, que para mí es un brote que estás deseando que pase.
¿Por qué es tan difícil?
Porque si es complicado para los padres, mucho más para las madres, ya que los tiempos han cambiado tanto de una generación a otra que, a veces, tengo la sensación de que la mía fue una generación experimental. El salto ha sido brutal de la nuestra a la de nuestros hijos, que han nacido en pleno auge de la tecnología y eso supone que están muy bien informados, tanto que ya no tienen que preguntarnos sobre esto o lo de más allá, porque saben más que nosotros.
Y eso que el avance de la mujer es notable.
Gracias a Dios, el cambio ha sido tan grande que ha descolocado mucho a los hombres, pero no solo a ellos, también a la sociedad en general. Por ejemplo, a mí me educaron desde el amor, yo he vivido la relación de mis padres, siempre juntos, con un concepto de la familia muy importante; después venía el resto, los amigos, el trabajo… Fue así como nos educaron a nosotros y ahora es muy difícil que crean en la familia, que ni tú misma has podido mantener a flote.
¿Es de las que piensa que a los jóvenes se les da demasiada libertad?
Yo, a mis 21 años tenía que pedir permiso a mis padres para que me dejaran salir y, por supuesto, cuando estaba de vuelta en casa tenía que pasar por su habitación para decirles que había llegado. Les tenía un gran respeto, porque con una mirada de mi padre ya sabía lo que no debía hacer. Ahora es más complicado y fíjate que yo soy una mujer actual, una madre con ideas modernas, enrollada, que comparte con ellos aficiones, pero que cuando digo hasta aquí, es hasta aquí.
¿Se puede ser amiga de los hijos?
Más que amiga hay que ser cómplice, debes tener la confianza suficiente para que te hagan partícipe de sus problemas, sus angustias o de sus alegrías, y así poder guiarles. En las familias de padres separados, como es mi caso, monoparental, no queda más remedio que ser amiga de los hijos, porque vives con ellos las 24 horas del día y conocen todos tus estados de ánimo. La ventaja es que puedes razonar con ellos, conversar… Por eso hay que ser cómplices, incluso para rebatirles algunas cosas.
¿Algún consejo que pueda serles útil?
Que persigan sus sueños, que sean generosos, humildes, buenas personas y que traten de no hacer daño a nadie. ¿Sabes qué pasa? Para mí, aunque Zaira tiene 19 y Aitor 17, siempre serán mis niños.
“Más que amiga hay que ser cómplice de los hijos para que te hagan partícipe de sus angustias o sus alegrías”
¿Los hijos deben ir aprendidos de casa?
Yo creo que la educación corresponde el 50% a los padres y el otro 50% a los profesores, porque pasan muchas horas en los colegios y muy pocas en familia, por eso me parece importante que la educación que reciban de ambos vaya de la mano. En mi caso, al menos, lo difícil es establecer los límites, por eso tienen que pensar mucho lo que hacen y ser consecuentes, y eso cuando eres muy joven, es complicado.
¿Les educa en igualdad?
Absolutamente, todos hacemos las mismas labores en casa y fuera.
¿Zaira tiene conciencia de lo problemático que es ser mujer?
Todavía es muy joven, pero yo creo que poco a poco va tomando conciencia, es consciente de los peligros que puede encontrarse. Sobre el sexo, las drogas, las fiestas, hablamos con mucha claridad, porque es algo que está ahí, que ven en los informativos cada día. No se trata de meterle miedo, pero sí de que sepa que es una tragedia lo que se vive en este país, en el que más de mil mujeres han sido asesinadas, de eso tienen que tomar conciencia, más Zaira que Aitor. De ahí que le inculque una serie de normas como, por ejemplo, no ir nunca sola, llevar el móvil activo y, ante cualquier problema, que me llame.
¿Cómo le marcó el asesinato de Diana Quer, de quien era amiga?
Imagínate, han pasado ya dos años… Es algo que nunca esperas que pase, fue terrible, terrible. A mí una de las cosas que más miedo me da es, precisamente, dejarme llevar por el miedo, aunque no soy una persona que piense demasiado en ello, porque no quiero crearles inseguridad sino todo lo contrario.
Usted es el ejemplo de que se puede salir adelante después de un divorcio.
Porque las mujeres de hoy en día somos todoterreno. Para mí, lo complicado ha sido la educación de mis hijos, ya que al ser monoparental y no tener mucha ayuda de la otra parte, a veces se me hace muy cuesta arriba, y eso me ha hecho tener dudas, inseguridades… Mi mayor temor ha sido y es no estar a la altura.
¿Qué echa en falta?
Me gustaría tener más tiempo, pues aunque he hecho muchas cosas, desde que empecé a trabajar con 19 años, no he parado.
¿A qué se refiere?
A que me he casado, he tenido dos hijos, me he divorciado, he tenido amores, he tenido muchos y buenos trabajos, he disfrutado, pero sí me gustaría tener más tiempo porque me gusta mucho la vida. Yo digo que soy muy buena relaciones públicas de la vida.
¿Es lo que le empuja a seguir adelante?
La propia vida es la que te empuja a asumir que hay momentos malos que hay que tratar de superar. Ahora que voy a cumplir los 50, quiero elegir a las personas que deseo tener a mi lado. La familia no la eliges, pero yo soy superafortunada con la mía.
¿De los fracasos se aprende?
Uff, todo lo que sé lo he aprendido así, pero sobre todo lo que me ha enseñado la vida es a ser una persona sencilla, vital, amiga de mis amigos, con un gran corazón. Decir “no” todavía me cuesta mucho, porque cuando llego al “no”, es porque ya he transitado todos los demás caminos.
¿Del desamor?
Se aprende mucho, sobre todo, que la vida es un aprendizaje y cuantas más veces tropiezas, mayor es este aprendizaje.
«Estoy feliz, supertranquila porque estoy en un momento muy estable de mi vida»
¿Qué tuvo de positivo su divorcio?
Ten en cuenta que para mí, José era el hombre de mi vida, cuando nos casamos estructuramos una familia y lo hicimos pensando que era para siempre. Por esa razón, cuando todo eso se desmorona yo lo paso muy mal, pero es verdad que el tiempo cicatriza todas las heridas, y él hoy tiene una familia e imagino que una vida maravillosa, y yo también, y al final eso es lo importante.
Ha sabido reinventarse en lo personal.
Totalmente. Yo cuando me divorcié me reinventé en todos los sentidos: primero curé mi dolor, y cuando pasó el tiempo pude hacerlo profesionalmente y sentimentalmente también, porque la vida te proporciona otros regalos.
¿Enamorada?
Estoy feliz, Rosa, supertranquila, porque estoy en un momento muy estable de mi vida. Con Jairo he encontrado la tranquilidad, la seguridad, nos reímos mucho porque es muy divertido y eso es fundamental en una relación.
¿Qué tiene de especial?
Jairo me hace la vida muy fácil porque es un gran compañero, cómplice, que me comprende, porque es padre de un adolescente de 17 años, pero sobre todo, suma cosas buenas a mi vida.
¿Emprendedora?
Lo soy: hace año y medio que abrí una agencia de servicio doméstico porque como ama de casa, con dos hijos y trabajando, sabía de las dificultades para hacer frente a los problemas de llevar una casa y una familia. Llevamos año y medio creciendo mucho, y aunque es un trabajo complicado por la dedicación que requiere, lo cierto es que engloba todo lo que tú puedes necesitar en tu hogar.
«Cuando me divorcié, me reinventé en todos los sentidos»
¿Como qué?
Imagina que quieres organizar una cena con diez personas, y necesitas camareros, o personal interno dispuesto a viajar o vivir en el extranjero, chóferes… Estudiamos las necesidades del cliente y les facilitamos todo lo que necesitan, incluido el cuidado de las personas mayores. Es un trabajo que requiere mucha psicología, porque la persona que entra en tu casa, entra también a formar parte de tu intimidad.
¿Se les pide confidencialidad?
Por supuesto, dependiendo de quién contrate, si es famoso o no, se firman contratos de confidencialidad. Una de las cosas que más pena me da son las personas que teniendo una gran preparación y experiencia, no se les puede contratar por falta de papeles: eso me parte el corazón.
Nació en el 69, un año de revueltas.
Será por eso que he sido tan rebelde y guerrera, pero sobre todo muy vital, y por lo que entiendo más a mi madre desde que yo lo soy.
Es una histórica de Marbella.
Llevo 31 años veraneando en Marbella, imagínate. Para mí, es un lugar en el que se respira paz, donde puedo estar un mes entero con toda mi familia, mi madre, mis hermanos, mis sobrinos, mis hijos…, y eso me hace súper feliz. Tiene de todo, buenos comercios y lugares de ocio para todas las edades.
¿Qué son las vacaciones para usted?
Hacer lo que quieres, cuando quieres y como quieres.
¿Y la solidaridad?
Llevo siete años trabajando con Infancia Sin Fronteras, desde que fui a Nicaragua con la Fundación del Atlético de Madrid y, a la vuelta, decidí implicarme con los niños de Matagalpa, donde ya tenemos 13 escuelas. Yo me paso la vida pidiendo para mejorar sus condiciones de vida.
¿Esclava de la moda?
No. La moda siempre me ha gustado y seguir las tendencias también, pero sin ser una esclava.
Mi foto favorita
«Esta es la favorita de mi chico… la tiene desde que nos conocimos en su perfil». (Estilismo: @bymariabruno).
¿Quién es Arantxa de Benito?
Nació. En Madrid, el 6 de noviembre de 1969. Hija del famoso locutor de radio Rafael de Benito, que falleció en 2010, a los 67 años.
Familia. El 22 de junio de 1999 contrae matrimonio con el futbolista José María Gutierrez, ‘Guti’, con el que tiene dos hijos: Zaira, de 19 años, y Aitor José, de 17. La pareja se separa en 2009. Actualmente, mantiene una relación sentimental con un empresario inmobiliario llamado Jairo.
Inicios. Tras trabajar como modelo debutó en TVE presentando el programa musical ‘Ponte las pilas’, junto a Dani Martín. Poco después condujo ‘Primeros de la Primera’ y dos años más tarde,’Zona Franca’.
Trayectoria. El éxito le llega cuando María Teresa Campos la ficha para el magazine matinal ‘Cada Día’, que entonces presentaba en Antena 3. Ha participado en el concurso ‘El primero de la clase’, en TVE, en el que amadrinó a uno de los niños participantes.
Actualidad. Colabora en el programa ‘Espejo Público’ y es directora de Comunicación de la Fundación Infancia Sin Fronteras y de la Agencia de Servicio Doméstico, DebestHome.
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