Los primeros días del año han sido difíciles para la familia de la infanta Pilar, fallecida a los 83 años el pasado 8 de enero. Durante los días que estuvo ingresada en el hospital, sus hijos Simoneta, Beltrán, Bruno, Juan y Fernando no se separaron de ella. De hecho, Simoneta, su primogénita, no se encontraba bien y, a causa de la situación de la duquesa de Badajoz, esperó una semana después de su fallecimiento para tratarse.
Ahora, la prima del rey Felipe VI se encuentra hospitalizada. Según ha informado El País, Simoneta "tiene neumonía y la han ingresado para ponerle un tratamiento fuerte de antibióticos en vena. Pero evoluciona bien". Fuentes familiares han confirmado el ingreso a Vanity Fair.
La última vez que se vió a Simoneta fue en la urbanización de su madre, en Puerta de Hierro, cuando se celebró la capilla ardiente de la infanta. Posteriormente, también asistió a la incineración en el crematorio de la Almudena y en el entierro de las cenizas en el cementerio de San Isidro.
A diferencia de sus cuatro hermanos, Simoneta tiene un perfil más mediático y compartía con su madre la pasión por los caballos. Tras estudiar Oceanografía a Estados Unidos, regresó a España para dedicarse a la equitación e incluso participó en varios campeonatos con su caballo Duz-Dan y en 1985 se unió a la Unidad de Equitación y Remonta, con la que concursó en el campeonato del Club Pineda de Sevilla en 1986. Su relación con su madre era estrecha y, además, solía acompañarla en los rastrillos de Nuevo Futuro que presidía la infanta.
Durante un tiempo vivió en Londres, donde trabajó para la famosa casa de subastas Sotheby’s y, más adelante, como comercial en la firma de joyas Cartier. Ahora continúa en la casa joyera, pero en el puesto de relaciones públicas. Estuvo casada con José Miguel Fernández-Sastrón–nieto del fundador de las desaparecidas Galerías Preciados y de quien se divorció 22 años después–, con quien tuvo tres hijos Luis Juan (28), Pablo (24) y María de las Mercedes (19).
Fuente: Leer Artículo Completo