Rocío Flores sorprendió el pasado mes de septiembre cuando, con su padre, Antonio David Flores, dentro de la casa de ‘GH VIP 7’, ella decidió defenderle desde plató. Era nueva ante las cámaras. Por supuesto, lo que más interesaba era saber si iba a dar detalles de la mala relación con su madre, Rocío Carrasco.
Durante todo este tiempo, ha estado callada. Si bien ha reconocido que no hay contacto desde hace años y que todo lo que es a día de hoy es gracias a su padre, se ha mantenido firme en la postura de no malmeter ni entrar en una guerra en la que, ya ha advertido, no va a entrar nunca.
En este escenario, ayer se sentaba en ‘El tiempo del descuento’ junto a otros de los protagonistas a los que hemos visto en el marco del ‘reality’. Entre ellos, Kiko Jiménez y Sofía Suescun, enemigos públicos de su tía Gloria Camila y con quien ya la hemos visto engancharse en directo. Volvió a suceder.
¿Por qué? Porque osaron hablar de su madre. Y eso, no lo iba a consentir. Puede llamar la atención que lo hiciera por la mala relación, pero siendo realistas, si ella no ha arremetido públicamente y ha tratado de ser discreta, ¿cómo va a consentir que lo hagan otros? Ya lo dejó claro hace unas semanas ante Jorge Javier: a fin de cuentas, y haya pasado lo que haya pasado, es su madre.
Kiko no hizo más que nombrar a la hija de Rocío Jurado y Flores le cortó en seco: «Le voy a pedir a Kiko Jiménez que tenga mucho cuidadito de lo que habla de mi madre. De mi madre no hablo yo, él muchísimo menos«. Sofía entraba al lío: «No es normal estar separada de tu madre tantos años».
Rocío le pidió respeto a la navarra y hacía una advertencia muy seria: si seguían por esos derroteros, ella se marchaba del plató. Algo que sirvió para calmar los ánimos, a la vez que para que la joven demostrara que el cariño por su madre, está ahí, aunque haya que rascar un poco…
Fuente: Leer Artículo Completo