Mucho se ha hablado sobre las múltiples habilidades necesarias –y exigidas– para convertirse en cuidadora o niñera de los hijos de las personalidades más reconocidas y altas fortunas. Entre el listado se encuentra, por ejemplo, el manejo de los idiomas y el dominio de conocimientos pedagógicos, y en el caso de las niñeras de la prestigiosa escuela Norfolk –alma mater de la nanny de los príncipes de Cambridge–, también nociones de antiterrorismo. Sin embargo, todo esto no parece ser suficiente para los progenitores más acaudalados. Los padres en las zonas más ricas de Londres están contratando a escoltas con entrenamiento militar para cuidar a sus hijos como respuesta al aumento del crimen en la capital y las amenazas de secuestro.
El fenómeno ha sido analizado en profundidad por publicaciones como The Times o Tatler estos días, tras haber constatado mes tras mes el evidente incremento de personal de seguridad a las puertas de algunas de las escuelas e institutos más reconocidos y renombrados del territorio inglés. Los escoltas se estarían encargando de llevar sanos y salvos a los pequeños desde su casa hacia el colegio y viceversa.
Según la información, en su mayoría se trata de hijos de familias extranjeras procedentes de Rusia o de Oriente Medio. Por esta labor, los guardaespaldas reciben sueldos que oscilan alrededor de los 180.000 euros.
La drástica medida está relacionada directamente con el dramático aumento del crimen en las zonas de Westminster, Kensington y Chelsea, las dos áreas más caras de Londres. En los exclusivos sectores ha aumentado la delincuencia significativamente, en un 25% y un 16% respectivamente, durante los últimos cinco años. La nueva profesión que ha surgido de la necesidad de garantizar mayor seguridad para los niños cuenta, al igual que cuando se trata de niñeras, con ciertos requisitos especiales entre los que se encuentra, por ejemplo, el entrenamiento en primeros auxilios.
Esta nueva tendencia parece ser novedad entre los millonarios, pero no para la realeza europea. La familia real británica, precisamente, no ha ocultado que entre los requisitos para convertirse en niñera de alguno de los pequeños de la familia se encuentra el entrenamiento en defensa personal y entrenamiento para responder asertivamente ante cualquier tipo de ataque terrorista. En España, la princesa Leonor y la infanta Sofía también cuentan además de sus niñeras y cuidadoras con un equipo especializado en seguridad que día tras días las espera fuera del Colegio Santa María de los Rosales.
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