Han decidido disfrutar de su amor solos, con la única compañía de su hijo, Archie, y bien alejados de todas las polémicas de la casa real inglesa. En un principio se dijo que el príncipe Harry y Meghan Markle pasarían las Navidades con la madre de ella, en Los Ángeles. Pero no. Su ausencia, saltándose todas las tradiciones y el rígido protocolo impuesto por la reina Isabel II, ha sido Canadá.
Allí han alquilado una casa para los tres y, aseguran los vecinos, pasean con normalidad e, incluso, que a él le han visto hacer ‘running’ alguna mañana. Una escapada tranquila y alejada de la prensa inglesa, con la que mantienen un pulso y contra la que el hijo del príncipe Carlos cargó el pasado mes de octubre por ciertas informaciones falsas sobre su mujer. Un punto que ha causado distanciamiento con la reina de Inglaterra.
Desde allí, han querido desear un feliz 2020 a todos aquellos que comprenden los pasos que están dando y que no ponen en tela de juicio que Harry haya vuelto por el sendero que transitó durante muchos años: el de la rebeldía, el de salirse de las normas estrictas de la familia en la que le tocó nacer.
Lo han hecho con un vídeo publicado en su cuenta de Twitter oficial (la de los duques de Sussex) en el que llama la atención una foto en la que Harry tiene cogido en brazos a su hijo. Una imagen desde Canadá que no habíamos visto (no como el resto que son un resumen del año y sus actividades institucionales) y en la que el padre mira embelesado al pequeño.
«Mirando hacia atrás en 2019… ¡Les deseamos a todos un Feliz Año Nuevo y les agradecemos su continuo apoyo! Nos ha encantado conocer a tanta gente de todo el mundo y estamos ansiosos por conocer a muchos más el año que viene», comienza en texto que acompaña a la publicación y en el que, antes de agradecer a Chris Martin y Coldplay por dejarles usar su música para el vídeo, rematan: «Esperamos que 2020 les brinde a cada uno de ustedes salud y felicidad continua».
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