Saoirse Ronan: "Me educaron para que la fama no se me subiera a la cabeza"

Saoirse Ronan (Nueva York, 1994) tiene nombre de estrella, de esos en los que no hace falta el apellido para que todo el mundo sepa de quién estamos hablando. Mucha gente ignora cómo se pronuncia –“Sur-sha”– o que significa “libertad” en irlandés. De hecho, mucha gente ignora casi todo sobre ella; a la actriz no le gusta exponerse. Pero el nombre no es lo único que tiene de estrella: a sus 25 años, cuenta ya con tres nominaciones a los Óscar (por Expiación, en 2007; Brooklyn, en 2015 y Lady Bird, en 2017) y es más que probable que en 2020 consiga la cuarta por su papel de Jo March en la esperada séptima versión de Mujercitas (estreno, 25 de diciembre). De momento, ya es candidata a mejor actriz dramática en los Globo de Oro.

Hace 150 años…

Greta Gerwig dirige esta versión de la historia de las hermanas March, que escribió Louisa May Alcott en 1868. “Nunca me habría atrevido a hacerlo, pero cuando me enteré de que Greta estaba en el proyecto le dije: “Tengo que interpretar a Jo”, cuenta Ronan. Poco después recibió un correo electrónico donde la directora –cómplice y amiga, con la que ya había hecho Lady Bird– le confirmaba que el papel era suyo.

Jo March es un personaje icónico para generaciones y generaciones de adolescentes, que siguen fascinadas por la indomable aspirante a escritora que nos mostró que otras maneras de ser mujer eran posibles. “Es una historia que sigue despertando interés: son cuatro hermanas muy diferentes con distintos sueños; cualquiera puede identificarse con ellas. Alcott describe a Jo como una chica graciosa y cabezota, un terremoto al que le gusta correr y escribir. Así que como otras muchas chicas, yo también me sentí atraída por ella”, reconoce la actriz.

Establecer paralelismos entre ambas no es difícil. Si Jo siempre supo que quería ser escritora, Saoirse tenía claro desde niña que lo suyo era la interpretación. Además, las dos son inteligentes, divertidas, luchadoras… y reivindicativas de los derechos de las mujeres.

Algo se mueve en Hollywood

Ronan, que ha trabajado a las órdenes de varias mujeres, no cree que el género del director influya en la forma de trabajar: “He rodado con hombres sensibles y con mujeres frías; todos manejan la autoridad de forma distinta”. Sin embargo, sí cree que soplan en Hollywood vientos favorables a la presencia femenina. “Confío en que no sea una moda. Ahora los que deciden están obligados a interesarse por el trabajo de las cineastas. Hay que normalizar que las mujeres puedan ser la máxima autoridad en un rodaje”, explica. Y las actrices se han sumado a esa corriente: “Ya no nos sentimos tan vulnerables al reclamar derechos o exigir igualdad salarial. Hasta hace poco, era tan increíble conseguir un papel protagonista que no te planteabas pedir nada más”, dice.

Ronan es hija de dos irlandeses que se mudaron a Nueva York persiguiendo el sueño de su padre de ser actor. Logró algunos papeles pero, cuando Saoirse tenía tres años, la familia decidió volver a Irlanda. De entonces le quedan la doble nacionalidad y el apodo Saoirse from the block (un guiño a la canción de Jennifer Lopez).

Niña prodigio de la interpretación, a los nueve años debutó en la serie The Clinic y a los 13 sorprendió con el complejo papel de Briony en Expiación. “Mi madre me acompañaba a los castings y rodajes. Me protegió de todo. No sé qué habría pasado en otras circunstancias y estoy muy agradecida por su dedicación”.

En cierto momento, sus padres decidieron que estudiara en casa para evitar la actitud hostil de algunos niños. “Pero yo no era una superestrella infantil a la que reconocían por la calle –puntualiza–. Ser hija única influyó en que tuviera imaginación y no me costara meterme en una escena pero yo, simplemente, hacía un trabajo y volvía a mi rutina. No siento que me haya perdido mi niñez. He disfrutado de experiencias únicas y siempre me ha gustado estar rodeada de adultos. De hecho, ahora lo que me sorprende es que ya no soy la más joven de los rodajes”.

Sus progenitores le transmitieron que nunca se creyera más que nadie. “Me educaron para que pudiera ser quien quisiera, pero también para luchar y ser fiel a mí misma y para que la fama no se me subiera a la cabeza”, apunta.

Su currículum es particular, sin rastro de superheroínas, comedias románticas o franquicias de acción. Saoirse ha forjado su carrera a base de dramas y títulos de prestigio, sin haber pisado una escuela de interpretación, solo con talento y ojo clínico para los papeles. “Mi familia me enseñó a confiar en mí misma y siempre he sabido quién soy. Por eso me decanto por personajes con carácter. Desde niña, mi prioridad fueron los roles complejos e interesantes. No quería ser solo la novia o la secretaria. Me daba igual si era un papel pequeño; quería que tuviera algo que aportar”. Y esta es la filosofía que la ha catapultado a lo más alto. Tom Rothman, ejecutivo de Sony Pictures, responsable de Mujercitas, afirma: “Saoirse es la Meryl Streep de esta generación. Transmite una fuerza que muy pocas actrices tienen”.

Actriz en crecimiento

Saoirse vive ahora en Londres, pasa largas temporadas con su familia en Irlanda y solo pisa la alfombra roja cuando está promocionando una de sus películas. La prensa la ha emparejado con el actor Jack Lowden, con el que trabajó en María, reina de Escocia. Han sido fotografiados juntos, pero ella no confirma nada, ni de palabra, ni en redes sociales –que, por supuesto, no tiene–. Su trabajo es su vida… O al menos lo era. “Empiezo a ver que la interpretación no lo es todo, y eso me hace muy feliz. Me apasiona lo que hago, pero a medida que me hago mayor siento menos presión y disfruto de las cosas maravillosas de una vida normal”. ¿Por ejemplo? La cocina. Nada más terminar el rodaje de Mujercitas, Ronan se apuntó a un curso con una amiga. “Necesito estar ocupada entre trabajo y trabajo, y no quería hacer nada relacionado con el cine”.

Mujercitas y matrimonios

“Vosotros tenéis muchos libros increíbles; los americanos solo tenemos dos: Mujercitas y Moby Dick. Y no quería rodar con una ballena”, dijo la cineasta Greta Gerwig ante los miembros de la academia británica de cine que asistieron a un pase de la película. La directora de Lady Bird ha vuelto a confiar en Ronan para esta nueva versión del clásico de Louisa May Alcott, y se ha rodeado de actrices como Meryl Streep, Laura Dern y Emma Watson, pero también de unas jovencísimas Florence Pugh y Eliza Scanlan, de las que todo Hollywod habla. Curiosamente, Ronan compite por el Globo de Oro con Scarlett Johansson, protagonista de Historia de un matrimonio, cuyo director es Noah Baumbach, pareja de Gerwig.

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