Meghan Markle decidió viajar en solitario y en un vuelo comercial hasta Estados Unidos con la intención de visitar a algunos de sus amigos el pasado fin de semana. Allí la vimos disfrutando de la compañía de Anna Wintour en el partido de Serena Williams en el US Open contra Bianca Vanessa Andreescu y dándole una sorpresa a su maquillador Daniel Martin. Estas actividades también han dado lugar a críticas, pues no han tardado en pronunciarse los detractores que creen que Markle no debería separarse de su hijo Archie.
Además de sus movimientos, las elecciones estilísticas de la duquesa también han trascendido, como es habitual. Hay un complemento muy especial que llevó consigo en el partido de su amiga Serena que no ha pasado desapercibido y nos hace pensar que Meghan ha tenido presente a su familia en todo momento.
Meghan combinó su viral vestido vaquero de J. Crew, que ya está agotado, con un colgante dorado que en realidad eran dos. Las pequeñas piezas esconden un secreto fácil de descubrir con tan solo ampliar una foto. Dos chapitas de oro pendían de una misma cadena que colgaba del cuello de Meghan, cada una con una inicial grabada. Una con una ‘H’, de Harry y otra con una ‘A’, de Archie.
Las piezas son de oro de 14 quilates, cada una lleva una piedra engarzada y su precio individual asciende a más de 260 euros, de la marca Minimini Jewels . Las gemas corresponden al mes del año en el que ha nacido cada uno, las llamadas piedras del zodiaco. Por eso la de Harry es un zafiro, que corresponde al mes de septiembre. Mientras que la de Archie, que nació en mayo, es una esmeralda.
Durante el partido las fotos demuestran que Meghan se acordaba de su colgante-amuleto constantemente y estuvo jugando con él durante todo el rato. No se olvida de Archie ni de Harry y los lleva cerca de su corazón.
Sin embargo, esta no es la primera vez que hemos visto a Meghan símbolos que hacen referencia a sus seres queridos. La primera que lo hizo fue en el año 2016, cuando decidió llevar su inicial y la de Harry en un solo colgante, de la firma Ani and Wren y con un precio de 250 euros.
El día de celebración de Trooping the Colour, de 2018, Meghan llevaba un anillo llamado ‘eternity’. Una pieza que conmovió a la duquesa, ya que fue el regalo que Harry mandó hacer a su esposa cuando nació el pequeño Archie. La pieza es más que especial, pues lleva las gemas del zodíaco de los 3 miembros de la familia.
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Es coincidencia que la última vez que Meghan ha llevado un amuleto familiar también fue en un partido de Serena, en concreto en Wimbledon. En aquella ocasión se trataba de un colgante con la letra ‘A’, de la colección ‘Love letters’, de la marca Verse Fine Jewellery y con un precio de unos 540 euros.
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