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Miguel Bosé abre su corazón en su vuelta a primera línea. El cantante se sincera en el número de abril de la revista ELLE donde habla de su regreso al trabajo tras el paréntesis profesional al que se vio obligado tras perder la voz hace nueve años. «En este periodo de parón en el que perdí la voz, llegó la pandemia y todo se detuvo, creí que era el momento de pensar en mí. Ha sido un despertar. Me he acercado mucho a la luz, a la fuente, a Dios. Y no me refiero a Dios en el sentido religioso, sino como el gran arquitecto. Me he sentido más que nunca uno con todas las cosas», cuenta. Y es que el cantante acaba de estrenar ‘Bosé’, la serie sobre su vida se emite en SkyShowtime y es jurado de ‘Cover Night’ en La 1 de TVE. Además, estrenará un documental sobre su vida en Movistar+.
Miguel Bosé tiene claro que hay una dicotomía entre su ‘yo’ artista y su ‘yo’ persona. «La dicotomía es real. Bosé es la música, la creatividad. Cuando el artista vuelve a casa, Miguel ve a Bosé como un demente, un ser enloquecido. Una fuerza de la naturaleza que todo lo puede y todo lo arrasa. Y Miguel le aguanta porque Bosé paga las facturas», cuenta. Además, hace balance de sus años de carrera. «La madurez te da un entendimiento sosegado de las cosas, moderado, ponderado y, sobre todo, el aprendizaje de dejar atrás las cosas que ya no sirven», dice. «El espacio que ocupa el pasado es tremendo. Y hay un momento en tu vida en el que, si quieres arrancar otra aventura nueva, como estoy haciendo ahora, hay que soltar lastre. Y porque en la memoria, en el disco duro, no hay sitio para todo» añade.
Miguel Bosé, que ha estado pendiente de su ex Nacho Palau durante su tratamiento contra el cáncer, también habla en la revista ELLE de sus mellizos de 12 años, Diego y Tadeo. «Con mis hijos tengo una relación extraordinaria; para ellos soy padre y madre, ‘nanny’, instructor, hermano mayor. Soy todo. Y la paternidad te obliga a hacer unos ejercicios entre los cuales está la indulgencia o la tolerancia, el saber escuchar, plantarte y decir que no con todo el dolor del mundo. En fin, hay muchas cosas que son maravillosas pero que ejerciendo una profesión cualquiera o siendo amigo o pareja no se requieren», asegura. El cantante reconoce estar feliz en su faceta más familiar. «Yo he descubierto que una de las cosas para las que he nacido es para ser papá. Igual que para ser músico o biólogo marino, que son mis tres grandes amores. La música, el mar y los hijos, la familia», desvela.
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